México, 13 de febrero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Como parte de la represión al Movimiento Nacional por Ayotzinapa ordenada por el régimen usurpador, policías federales apostados en la la caseta de Palo Blanco ubicada en la autopista federal México-Acapulco, impidieron a padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa manifestarse y llevar a cabo un “boteo” –colecta de recursos entre los automovilistas– para ayudarse económicamente y poder continuar su movimiento.
De acuerdo con La Jornada, los padres de los normalistas arribaron al punto alrededor de las 11:30 de la mañana e intentaron ubicarse junto a las casetas de peaje con el fin de pedir apoyo entre los usuarios de la carretera, sin embargo fueron replegados con violencia por medio centenar de elementos federales armados pertenecientes a la Policía Federal de Caminos.
Portando en sus manos carteles con fotografías de sus hijos desaparecidos, los deudos de los normalistas informaron a los policías que no pretendían tomar la caseta ni permitir el paso libre de vehículos, sino sólo informar a los automovilistas sobre su movimiento y la demanda principal de recuperar con vida a sus hijos, pero los agentes no los escucharon.
Melitón Ortega, padre del normalista desaparecido Mauricio Ortega, lamentó que les hayan impedido realizar su manifestación pacífica pues su única intención era informar a la ciudadanía. No obstante, con el fin de evitar un «enfrentamiento», los familiares de los normalistas no cayeron en la provocación de los policías y decidieron retirarse del lugar.
Desde las 12:30 horas aproximadamente, el grupo de padres de familia se trasladó al punto conocido como Piedras Prietas, a un costado de la carretera, donde informan a los automovilistas sobre su movimiento y realizan la colecta voluntaria (“boteo”). No obstante, tienen dificultades debido a que se encuentran muy cerca del arroyo vehicular.
Desde las 12:30 horas, el grupo de manifestantes se ubica en el entronque de la carretera federal a Iguala y la Autopista del Sol México-Acapulco. Foto Sergio Ocampo / La Jornada
El Movimiento Nacional por Ayotzinapa actualmente demanda la apertura de los cuarteles militares, en paralelo con la exigencia de los padres de familia para que el régimen usurpador les devuelva con vida de sus hijos.
Tanto los padres como las organizaciones nacionales e internacionales que los están apoyando, han rechazado el carpetazo «oficial» del caso Ayotzinapa en voz del priista Murillo Karam, quien dio por cerrado el expediente de ese crimen brutal argumentando que los 43 normalistas fueron asesinados y posteriormente incinerados en un basurero ubicado en el poblado de Cocula, cerca de Iguala, Guerrero.
La versión oficial ha sido desmentida en múltiples ocasiones por expertos independientes, pero hasta el equipo de forenses argentinos que participó en las investigaciones oficiales rechazó que las conclusiones de la PGR sean suficientes para cerrar el caso, deslindándose del dictamen final.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó –inútilmente– al régimen usurpador a continuar las investigaciones sobre este caso que a todas luces constituye otra brutal desaparición forzada de estudiantes.
Fotos: Reforma y La Jornada
