México, 2 de junio 2020 (NOTIGODÍNEZ).- Los oficiales armados que mantienen un perímetro de “defensa” contra las crecientes protestas en inmediaciones de la Casa Blanca, en Washington, Estados Unidos, dispararon gas lacrimógeno y balas de goma contra los manifestantes pacíficos poco antes del toque de queda decretado ayer por el magnate Donald J. Trump, presidente de Estados Unidos, con el fin de que éste pudiera tomarse una fotografía sin “interrupciones”.
Minutos antes, Trump salió de su escondite subterráneo en la Casa Blanca para emitir un breve mensaje de amenazas y provocación a las protestas por el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, brutalmente sometido y asfixiado el 27 de mayo por Derek Chauvin, oficial blanco del Departamento de Policía de Minneapolis, Minnesota.
“Lo que pasó en nuestra capital anoche fue una desgracia. Activamos el toque de queda a partir de las 7:00 p.m. y quien viole la ley será detenido y se enfrentará a cargos criminales”, declaró en referencia a la escalada en la intensidad de las protestas a las afueras de la Casa Blanca, que lo llevaron a refugiarse en un búnker subterráneo dentro del mismo complejo, antier por la noche.
“Quiero que los organizadores de este terror sepan que enfrentarán severas sanciones penales y largas penas en la cárcel”, amenazó y enseguida adelantó que, de continuar los disturbios y actos vandálicos, desplegará al Ejército para poner fin a la jornada de manifestaciones.
Una vez concluido el mensaje de Trump, los policías armados con escudos, toletes, gas lacrimógeno y balas de goma, cargaron contra el contingente de manifestantes en el perímetro cercano a la Casa Blanca, replegándolos con violencia y accionando sus armas contra ellos. Posteriormente un helicóptero militar de operaciones especiales sobrevoló a baja altura en la zona para seguir intimidando a los manifestantes ya dispersos.
De acuerdo con información difundida por medios locales, la orden de atacar a los manifestantes provino del fiscal general William P. Barr [seguramente para cubrirle la cara a Trump por dar esa orden fascista].
Una vez que toda las cercanías al parque Lafayette fueron liberadas, Trump salió de la Casa Blanca rodeado por decenas de elementos del Servicio Secreto para dirigirse a la Iglesia de San Juan, incendiada la noche anterior durante los disturbios en la zona. Trump posó junto al acceso principal de la iglesia con una biblia en la mano, imagen profusamente difundida por medios de todo el mundo.
Opinión:
¡Vaya imagen emblemática! Por un lado la violencia bárbara, gases lacrimógenos, balas de goma volando y chocando contra las cabezas de manifestantes pacíficos… y por otro el fascista mayor, Donald Trump, reclamando el territorio con una biblia en la mano como en la época medieval. Tanta tecnología y seguimos repitiendo la historia absurda de siempre…
Con información de The Washington Post
