Jair García
La Jornada
A pesar de que la soberanía y seguridad alimentaria de México pende de un hilo y está en riesgo para más de 110 millones de personas, la solución no es la siembra de cultivos transgénicos, mencionó el coordinador de Productores del Sur de Veracruz, Esteban Valles Martínez.
Señaló que durante los 12 años del PAN al frente de la Presidencia de la República, la tendencia fue de quitar los apoyos al campo y favorecer a los grandes productores, y ahora con el retorno del PRI se sigue el mismo mecanismo.
Reconoció que la falta de estímulos gubernamentales, combinado con factores climáticos, económicos y sociales, pueden apuntar a que el uso de semillas modificadas genéticamente garantizaría mejores cosechas y ganancias para los campesinos, y al mismo tiempo garantizar la soberanía alimentaria, pero dijo que ese no es el camino.
“A pesar que la seguridad alimentaria es una pieza débil en el estado de Veracruz y en todo México, la opción ante este gran problema no es el uso de organismos genéticamente modificados sino el apoyo gubernamental en tiempo y forma para los productores, ya que los pequeños productores son la base de la seguridad alimentaria del país”, añadió.
Esteban Valles Martínez señaló que los granos básicos para una alimentación son el maíz, el frijol, arroz y el trigo, de estas cuatro semillas en la zona sur del estado se producen maíz y frijol, los cuales en su mayoría sólo alcanza para el autoconsumo y un reducido porcentaje se utiliza para la comercialización.
Advirtió que en el estado de Veracruz existe un alto déficit en la producción de maíz y frijol, además de una gran falta de variedades e híbridos con mayor productividad y calidad nutritiva, por lo cual desde el 2007 se trabaja en la manipulación genética de semillas para elevar su productividad y la calidad nutritiva en el campo experimental de Cotaxtla.
“Las seguridad alimentaria es una prioridad en el país. Desgraciadamente los altos costos de los insumos, las herramientas y la falta de apoyo juegan un papel fundamental para el desarrollo del campo. El uso de semillas transgénicas no es la opción ideal, porque son productos de los que aún se desconocen los efectos secundarios que causen en las tierras y en los seres humanos”, refirió.
Comentó que las autoridades gubernamentales deben de buscar opciones viables y sustentables para la seguridad alimentaria, donde se debe de impulsar al campo, siendo la mejor alternativa que se cumplan con los programas que ofrecen las distintas dependencias, tanto a nivel estatal y federal, pero siendo vital que lleguen en el tiempo establecido para que puedan ser aplicados y los resultados sean los esperados.