México, 22 de agosto 2018 (NOTIGODÍNEZ).- A menos de un mes de que la corrupta lideresa magisterial Elba Esther Gordillo fuera liberada, el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, alista lo propio con otro más de sus principales cómplices, el ex «gobernador» priista saqueador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.
De acuerdo con el diario Milenio, la Procuraduría General de la República (PGR) -sin «titular» desde octubre del año pasado- confirmó que «no tiene pruebas» para sostener la acusación de delincuencia organizada contra Duarte, por lo que decidió reconfigurar los delitos imputados al ex «gobernador» veracruzano.
Así, la PGR presentó formalmente sus acusaciones contra Duarte por asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita, delitos que no son graves y que el ex «mandatario» podrá enfrentar en libertad. Esto, según funcionarios federales citados por Milenio.
El Ministerio Público adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), reconfiguró el delito de delincuencia organizada por el de asociación delictuosa pese a que tuvo más de un año para recabar datos de prueba durante su investigación complementaria.
De esta manera, los abogados de Duarte podrán solicitar al juez que retire la medida de prisión preventiva impuesta a su cliente y así pueda enfrentar el juicio en libertad. Será decisión del juzgador determinar si considera justificado mantenerlo en prisión frente a la posibilidad de que pueda intentar evadirse de la «justicia».
En tal sentido, la PGR informó que solicitará al juez aplicar la medida cautelar de prisión preventiva debido al riesgo de que Duarte vuelva a fugarse, como lo hizo después de solicitar licencia al cargo de «gobernador» y escapar del país apoyado por el propio régimen de Peña Nieto.
Mientras tanto, la «investigación» de la PGR ha concluido que Duarte desvió al menos 400 millones de pesos extraídos de las arcas públicas de Veracruz, ocultando el origen del dinero mediante una red que incluye múltiples prestanombres y empresas fantasma. Posteriormente, dispuso de los recursos en la compra de propiedades y otros gastos personales.
Opinión:
Sólo un reverendo imbécil habría creído que Peña Nieto sí estaba haciendo «justicia» al encarcelar a sus cómplices Elba Esther Gordillo, Javier Duarte y Roberto Borge. Ya liberó a la primera después de capitalizar un buen rato su falsa «detención» -la vieja bruja ni siquiera pisó la cárcel en todo este tiempo. Los otros dos delincuentes también serán liberados más temprano que tarde. Toda esta farsa monumental se denunció desde un principio y es parte de la gran simulación que sólo acabará cuando el propio Peña y sus jefes oligarcas, los que ordenaron su imposición, vayan a la cárcel. ¿Esa verdadera justicia puede alcanzarse? Sí, pero es necesario que el pueblo reaccione para materializarla. No hay otra manera. Y recalcamos: NO HAY OTRA MANERA.
Con información de Milenio