Fernando Inés Carmona
La Jornada
Orizaba, Ver.- A partir de este lunes el movimiento sindical en la jurisdicción sanitaria 7, con sede en Orizaba, podría incluir entre sus peticiones la destitución del titular de la Secretaría de Salud (SS), Juan Antonio Nemi Dib; los dirigentes sindicales y los trabajadores se declaran en paro de brazos caídos de nuevo.
Hace unos días el secretario de Salud acusó a los dirigentes sindicales de las jurisdicciones 6 y 7 de Córdoba y de Orizaba, de proteger y solapar irregularidades administrativas, favorecer a familias y amigos y además permitir el ausentismo de trabajadores, “pero no presentó ninguna prueba”.
La actitud irritó más a los dirigentes sindicales, que desde el martes pasado convocaron a un paro de brazos caídos y que suspendieron este fin de semana y hoy reinician. José Antonio Medina y Enrique Ravelo, dos de los dirigentes de las secciones sindicales, señalaron que al secretario de Salud no le interesa resolver el problema económico, “porque se viene arrastrando desde hace más de un año”.
Los adeudos con los trabajadores de la SS no sólo son en materia económica, “sino también en prestaciones, uniformes y material de trabajo. Eso habla de las condiciones económicas en las que se encuentra la jurisdicción sanitaria”, señalaron.
El detonador del movimiento que reinicia, fue el accidente automovilístico que el lunes sufrieron 10 trabajadores de la jurisdicción en una de las carreteras de la sierra de Zongolica. El vehículo en el que viajaban, propiedad de la propia dependencia, tuvo una falla en el sistema de frenado, según acusaron los dirigentes, aunque la propia Secretaría filtró a los medios de comunicación que el accidente se debió al exceso de velocidad e impericia del conductor.
Los dirigentes sindicales rechazaron la acusación y además revelaron que en la delegación de Tránsito de Ciudad Mendoza, lugar en donde se levantó el peritaje del accidente, al parecer ofrecieron, “cambiar el parte para favorecer al sindicato”, a lo que dijeron los dirigentes sindicales, “no accedimos”.
Las acusaciones tras el accidente fueron en contra de la dependencia estatal, “sobre todo porque el secretario viaja en helicópteros rentados con dinero de la dependencia, mientras que en la jurisdicción en esta ciudad no tienen dinero ni siquiera para comprar aceites, refacciones, líquidos anticongelantes así como para frenos de los vehículos oficiales”.
El parque vehicular, dijo el doctor José Antonio Medina, “está deshecho. Nada más hay que ver las condiciones de los vehículos. Muchos de ellos están abandonados en el estacionamiento de la dependencia y otros están desaparecidos. No sabemos qué pasó con ellos”.
El movimiento, que cumple una semana de iniciado, puede incluir la renuncia del secretario de salud, Juan Antonio Nemi Dib, a quien los propios trabajadores califican de ineficaz, “no tiene ni siquiera el perfil –de medicina– para ocupar un cargo que no ha sabido ejercer”.