La ciudad necesita más espacios de esparcimiento, afirman.
Darío Pereira
La Jornada (Foto: Héctor Jesús Hernández / La Jornada)
30 de julio 2014.- Los problemas de contaminación, las olas de calor, las inundaciones y el creciente aumento de la temperatura promedio de la ciudad, son consecuencia de la crisis que afecta a los espacios verdes de Guadalajara y que se intensifica a causa de la poca atención que reciben los parques por parte de las autoridades, manifestada en varias ocasiones a través de la concesión de algunos espacios a empresas privadas, consideró Mario Silva, del Colectivo Ecologista de Jalisco.
Por razones como éstas, para Silva no es acertado entregar en concesión espacios como el Parque Alcalde, en el que, según avaló el gobierno municipal, se construirá un acuario y un estacionamiento privados –con capacidad para albergar al menos a 150 vehículos– en un área aproximada de 10 mil metros cuadrados.
«No existe un proyecto municipal o metropolitano que entienda que necesitamos un sistema de parques, no solamente por el asunto del espacio público y zonas de convivencia, sino porque la metrópoli está enfrentándose a fenómenos y problemas de calidad del aire como el tema del cambio climático y una serie de problemas que están vinculados a los servicios ambientales”, lamentó el activista.
Un ejemplo de las consecuencias de la falta de espacios públicos en una ciudad como Guadalajara, en la que existen más automóviles que árboles (tres mil 700 por kilómetro contra tres mil 100), es que la capital jalisciense rebasa, en un mayor número de días al año, los límites de contaminación de la Ciudad de México.
La iniciativa referente al Parque Alcalde –cuyo acto oficial de reapertura se celebrará hoy, después de que se mantuviera cerrado al público debido a las malas condiciones en que lo dejaron sus anteriores concesionarios–, fue promovida por el síndico municipal, Luis Ernesto Salomón Delgado.
Ésta estipula que a cambio de la autorización para construir y operar el acuario y el estacionamiento –una inversión de 270 millones de pesos– por un término de 30 años, el municipio recibirá una renta mensual de 80 mil pesos y 10 mil entradas gratuitas a la atracción, que serán otorgadas al DIF Guadalajara. Además, la empresa concesionaria, Acuarios Michin, deberá hacerse cargo del mantenimiento de otros 30 mil metros cuadrados del espacio verde.
Para Salomón Delgado, el acuario se justifica dado que tras la rehabilitación del espacio –realizada con recursos públicos–, “se hará necesario incorporarle proyectos que le inyecten rentabilidad y resulte aún más atractivo para los visitantes (sic)”.
Agregados que, a decir de Silva, no son indispensables para la población tapatía, carente de espacios de recreación.
«No sé hasta qué punto se necesite un acuario, no sé hasta qué punto necesitamos que el parque tenga este vocacionamiento más de índole comercial cuando la demanda que la gente tiene es de esparcimiento (…) Hay que reivindicar lo público, esa es la respuesta, y los espacios públicos tienen que ser de la mejor calidad, si los gobiernos municipales no son capaces de dar eso, la pregunta es entonces ¿no tenemos gobierno municipal y le vamos a entregar estos a las empresas y a los particulares? Creo que ahí hay una falla y el Parque Alcalde solamente refleja una bronca que es muchísimo más grande en el caso del municipio de Guadalajara”, concluyó Silva.