Fernando Inés Carmona
La Jornada
Orizaba, Ver.- Las zonas indígenas del estado se mantienen dentro de las estadísticas en donde el rezago educativo aún es elevado, de cada 10 analfabetos veracruzanos, por lo menos siete son originarios de esas regiones; el Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos (IVEA) prioriza esas zonas en donde los iletrados son detectados por medio de los programas de asistencia social.
El subdirector del departamento de Concertación y Seguimiento Operativo del IVEA, Roberto Barcelata Lagunes, reconoce que las cifras en alfabetización en el estado aún muestran un atraso, especialmente en las zonas indígenas. Del 100 por ciento del rezago educativo “70 por ciento es de la zona indígena, el dato se concentra en la mayoría de las mujeres”.
El IVEA “para detectar a quienes están en ese rezago, montó una infraestructura a través de los asesores solidarios, pero también a través de los programas sociales y con ello tener datos más certeros”.
Una de las formas más certeras de localizarlos es a través de los programas sociales de gobierno, “porque a aquellas personas que como firma autógrafa utilizan una x, se les considera dentro del rezago; significa que no saben leer y escribir, y entonces es cuando empezamos a convencerlos de aprender”. La pobreza no se quita con darles programas y dinero, se elimina teniendo una buena educación, una buena salud y es parte de lo que estamos haciendo.
Una de las zonas en donde se les brinda mayor prioridad es la de Zongolica, “ahí se atienden por lo menos 17 municipios pero además las labores se extienden hasta los municipios que colindan con el estado de Puebla, como Aquila, o bien lo que se encuentran en la zona del Pico de Orizaba, en el municipio de La Perla, donde se atiende a los indígenas que no saben leer ni escribir. Con ellos se está trabajando para poder contrarrestar el rezago”.
La forma en la que trabaja el IVEA con las comunidades indígenas del estado es diferente porque primero se les enseña a leer y escribir en su lengua, posteriormente se inician las acciones para introducirles al idioma español. No obstante, falta mucho por hacer, “por ello estamos haciendo alianzas para que asociaciones y empresas, personal que quiera apoyar para ser asesor solidario se incorporen”.