Leah McGrath Goodman
Newsweek
Los investigadores que averiguan miles de acusaciones de abuso sexual infantil en el Reino Unido armaron un sitio en la red el verano pasado para reunir evidencia. Invitaron a sobrevivientes a compartir sus historias con la investigación independiente a través de lo que se prometía que sería un portal seguro y confidencial.
Muchos sobrevivientes lo hicieron. Pero de alguna forma casi tres semanas de entregas fueron eliminadas misteriosamente, “instantánea y permanentemente”, en lo que un aviso en el sitio en octubre dijo que se debió a “un cambio en la dirección de nuestro sitio en la red”.
Ese mensaje provocó que los sobrevivientes, grupos de apoyo y miembros del Parlamento británico cuestionaran si la información de los sobrevivientes estaba siendo manejada con el mayor cuidado, con atención a la privacidad y la seguridad, sin mencionar por qué no hubo algún tipo de respaldo de los datos. La solicitud de la investigación para que la gente reenviase sus historias fue tomada con escepticismo.
“Es un hecho sabido que los sobrevivientes de abuso infantil tardan 20, 30, 40 años en recuperarse o reportarlo”, dice Andrew Kershaw, un sobreviviente de abuso. “Ellos tienen que confiar, y desafortunadamente muchos de ellos nunca confiarán, nunca le dirán a alguien lo que les sucedió, y se lo llevan a la tumba. Entonces, que se perdiera su información ha hecho un daño irreparable, les ha quitado la confianza una vez más. Muchos no se ofrecerán otra vez”.
En julio, cuando Lowell Goddard, jueza de Nueva Zelanda, lanzó lo que ella llamó “la investigación pública más grande y ambiciosa que se haya establecido” en décadas de acusaciones de abuso sexual a través de Inglaterra y Gales, ella emitió una advertencia seria al gobierno del Reino Unido: nada de hacer trizas o “destruir prematuramente archivos o registros que luego sean requeridos como evidencia”.
Esta pérdida de documentos claves ha sido un sello del enfoque reciente del Reino Unido en aprehender a abusadores infantiles acusados en puestos de alto rango en el gobierno y la vida pública. La acción se dio después de que las autoridades dijeron que Jimmy Savile, celebridad de la BBC, quien murió en 2011, había abusado de 1 000 niños en cuatro décadas. Más recientemente, el Ministerio del Interior fue objeto de críticas después de que “perdió o destruyó” más de 100 archivos vinculados a demandas por abuso sexual cometido por, entre otros, miembros eminentes del gobierno del Reino Unido, según los hallazgos de una investigación separada en 2014. Newsweek también se ha enterado de que muchos documentos del Ministerio del Interior están extraviados del Archivo Nacional del Reino Unido y que debieron desclasificarse hace más de una década.
Y luego, el 15 de octubre, el sitio en la red de la investigación publicó el aviso declarando que todas las entregas de sobrevivientes hechas del 14 de septiembre al 2 de octubre habían sido eliminadas. Los funcionarios de la investigación indicaron que no tenían manera de saber cuántas entregas se perdieron, ya que el equipo nunca las recibió. “Hemos confirmado que la información no puede ser recuperada”, dice Natalie Davison, portavoz de la investigación. “Los datos no se guardan intencionalmente en el sitio en la red cuando la forma es entregada, en concordancia con la buena práctica de seguridad”.
Sarah Champion, miembro del Parlamento por Rotherham, una ciudad que las autoridades recientemente hallaron plagada por años de abuso sexual infantil organizado, le envió una carta a Goddard preguntándole por qué no había un sistema de respaldo a punto. “Aun más, es preocupante que una falla tan significativa de los sistemas TI pasara desapercibida por casi tres semanas”, escribió ella en la carta. Champion es la ministra en la sombra del Reino Unido para la prevención del abuso y la violencia doméstica.
Goddard hasta la fecha no ha hecho un comentario público, pero una declaración publicada en el sitio en la red de la investigación a finales de octubre explicó que se han aplicado nuevas medidas para asegurar que los testimonios sean enviados a un “buzón seguro de la investigación” con límites a quién puede verlo, y las entregas se revisarán diariamente. “Creemos que ahora tenemos todas las medidas necesarias a punto para asegurar que esto no suceda otra vez”, decía.
Goddard, en sus declaraciones inaugurales a la investigación en el verano pasado, aseguró a los sobrevivientes que ella haría todo lo posible para ganarse su confianza, ofreciendo sesiones privadas para reportar abuso, con terapeutas, intérpretes y asistencia para discapacitados. “Las experiencias de las víctimas y los sobrevivientes serán el punto nodal de la investigación”, dijo ella, añadiendo que la “mera escala” del problema era abrumadora y citó un aproximado de que 1 de cada 20 niños en el Reino Unido posiblemente había sido abusado.
Phil Frampton, un sobreviviente de abuso y coordinador nacional de White Flowers, una organización amplia para grupos de sobrevivientes, dice que la tarea puede ser enorme pero que los sobrevivientes deben ser tratados con más compasión. “La investigación de Goddard necesita poner sus cosas en orden rápidamente si quiere conservar alguna confianza entre los sobrevivientes”, dice él.
Después de inspeccionar el sitio en la red de la investigación para Newsweek, Phil Mair, un especialista independiente en TI que ha trabajado en sitios en la red seguros para el gobierno del Reino Unido y el Servicio Policiaco Metropolitano, dice que aún está sumamente preocupado por su seguridad. Como el sitio de la investigación fue construido usando Drupal, un software gratuito usado comúnmente para sitios en la red personales, él dice que la información recabada por el sitio es vulnerable a ser interceptada e incluso redirigida.
“Yo llamaría a este sitio tremendamente amateur”, dice él. “Es impactante, para ser honesto. Considerando la susceptibilidad extrema de la información que maneja, la manera informal y poco profesional con que se montó este sitio en realidad es absolutamente increíble”.
Un sitio seguro diseñado profesionalmente, dice él, le hubiera costado a la investigación de 3 000 a 6 000 libras (4,600 a 9,200 dólares). El presupuesto de la investigación para el año fiscal 2015-2016 es de 17.9 millones de libras (28 millones de dólares).
Según funcionarios de la investigación, John O’Brien, un alto servidor público del Ministerio del Interior y secretario en jefe de la investigación, es la persona que encabeza su equipo interno de tecnología. A pesar de los correos electrónicos, las llamadas y una visita a sus oficinas, O’Brien no respondió a las solicitudes de comentarios de Newsweek.
