A casi dos años de la imposición de Peña Nieto, los números reportados a continuación –provenientes de fuentes periodísticas bastante más creíbles que los panfletos lambiscones del régimen– dan cuenta de la brutal situación en todos los rubros de la vida nacional, mucho peor de lo que se había pronosticado. La escalada en la violencia, el estancamiento económico, la miseria y el saqueo de los recursos energéticos, son sólo la punta de un iceberg gigantesco en cuya base germinan los peores vicios de la descomposición social –la consecuencia más perniciosa de un sistema en decadencia– que pasan desapercibidos hasta que los ríos de sangre entintan las primeras planas de la prensa nacional.
En efecto, las consecuencias de haber permitido que aquel sujeto y todo el aparato criminal que lo sustenta usurparan el poder, están a la vista y nos urgen a reaccionar enérgicamente para rescatar a un país que agoniza desde hace décadas, pero que el pasado 1 de diciembre de 2012 y hasta la convalidación de la contrarreforma energética, parece haber recibido la estocada final.
Se equivocan terriblemente quienes esperan una solución “institucional” impulsada por la “oposición política” a esta seria problemática. La responsabilidad de revertir los delitos que se han perpetrado contra México ya recae directa y exclusivamente sobre sus ciudadanos, pues el ámbito político también ha sido corrompido hasta la médula por los mismos que han pervertido el resto de las instituciones. El día de ayer, Miguel Ángel Barbosa y Silvano Aureoles, flamantes presidentes de ambas cámaras y dignos representantes de esa falsa oposición bien portada y bien peinada, recibieron solemnemente del priista de origen chino Miguel Ángel Osorio Chong un mamotreto de embustes y burlas digno de ser quemado frente a sus autores. La imagen dice más que mil palabras: el pueblo ya no está representado en el Congreso:
INSEGURIDAD
Muertes por violencia. Peña Nieto superó una cifra que parecía inalcanzable: los 43 mil 694 homicidios que se registraron en los primeros 20 meses del espuriato calderonista. De acuerdo con datos de Semanario Zeta, con Peña Nieto, durante ese mismo lapso de tiempo, se han registrado 57 mil 899 averiguaciones previas por homicidio doloso y culposo, es decir, 14 mil 205 más que los que acumuló su antecesor en poco más de año y medio. El actual régimen se perfila como el más sangriento de la historia y esperar hasta 2018 para comprobarlo, es literalmente UN SUICIDIO.
Secuestros. La organización Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) reveló que en el primer cuatrimestre del año, México alcanzó el desastroso primer lugar mundial en secuestros, por encima de países como Irak o Afganistán. Desde el 1 de diciembre y hasta junio de 2014, la organización Alto al Secuestro contabilizó 4 mil 385 casos de secuestro, es decir, aproximadamente un secuestro cada tres horas desde que Peña Nieto usurpó el poder.
Desaparición forzada. En menos dos años, Peña Nieto superó las cifras de todo el sexenio de Felipe Calderón en materia de desapariciones forzadas. Según datos de organizaciones no gubernamentales, 70 mil mexicanos han desaparecido en circunstancias inexplicables. El PRI en el poder no sólo puede ser responsable de muchas de ellas, además adoptó la estrategia panista de culpar a la “delincuencia organizada” por desapariciones de los críticos al régimen.
Robos y extorsiones. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), con datos proporcionados por las procuradurías estatales, reporta que cada 12 minutos una persona es víctima de algún delito, ya sea robo, secuestro o extorsión en México. En sólo 16 meses de Peña Nieto, se promediaron 246 llamadas diarias de extorsión telefónica, según informes estadísticos del Centro de Atención del Comisionado (CEAC) de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), institución gubernamental que sustituyó a la Secretaría de Seguridad Pública federal. Es decir, las cifras de los propios organismos oficiales dan cuenta del alarmante incremento en la delincuencia “no organizada” desde la toma violenta del poder el 1 de diciembre.
Narcotráfico. Medios inundan sus titulares con las constantes capturas de “cabecillas” y capos de poca monta de todos los cárteles, pero el narcotráfico sigue rampante y el flujo de droga hacia Estados Unidos no para. Las supuestas detenciones del Chapo y otros líderes criminales no han sido acompañadas de acciones directas a las finanzas de los cárteles. Grupo Monex, por ejemplo, no ha sido tocado por las “autoridades” –siendo el principal lavador de dinero de los Beltrán Leyva–, y está siendo premiado con concesiones multimillonarias para sus filiales en los Estados por sus “servicios” de primer nivel en el desvío de recursos a la campaña de Peña Nieto. Políticos encumbrados cuyos nombres están asociados de forma permanente al crimen organizado, léase Manlio Fabio Beltrones, Gamboa Patrón y otros “notables” priistas y panistas, también siguen libres y delinquiendo en la más absoluta impunidad. Es decir, la “estrategia” emprendida por el actual régimen consiste realmente en engañar a la población con “llamaradas de petate” en medios, mientras el narcotráfico consolida y extiende sus operaciones.
REPRESIÓN
A decir de múltiples activistas, el PRI se tomó 12 años de descanso para refinar sus estrategias de represión e intimidación. El incremento en la persecución y criminalización de los defensores de derechos humanos ha ido a la par de la aprobación y la instauración de las contrarreformas. Según el informe anual de “La defensa de los derechos humanos en México”, Peña Nieto lleva 669 aprehensiones –por motivos políticos– de defensores de los derechos humanos, cuando durante el espuriato calderonista se registraron en total 999, es decir, en sólo 20 meses, Peña Nieto lleva el 60% de lo acumulado por Calderón en ese vergonzoso rubro.
Al menos 51 luchadores sociales, defensores de derechos humanos o integrantes de movimientos sociales han sido encarcelados en los primeros 18 meses de Peña Nieto. Más de la mitad son de Guerrero, Chiapas y Oaxaca. El caso más sonado y emblemático es el del médico José Manuel Mireles Valverde, exvocero de las autodefensas libres de Michoacán, pero en la lista también aparecen los nombres de Nestora Salgado, lideresa de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) de Guerrero; Enedina Rosas, campesina y lideresa comunera opositora al gasoducto Morelos en Puebla; o Marco Suástegui, otro líder comunero opositor a la presa La Parota en Guerrero. La lista se prolonga con activistas menos conocidos mediáticamente, como el caso más reciente –el número 52– del periodista y líder maya Pedro Canché Herrera de Carrillo Puerto, Quintana Roo. Previo a su encarcelamiento Canché había subido un video a YouTube en el que se refiere a Roberto Borge como su empleado y lo reta a debatir públicamente.
El régimen no se limita a encarcelar a los luchadores sociales. Otra forma de infundir miedo e inhibir la lucha social consiste simplemente en desaparecerlos, delito en el que el PRI es experto. El Comité Cerezo México denunció que durante los 18 primeros meses de Peña Nieto, se registró un alza alarmante de 300% en la desaparición forzada de activistas, respecto del mismo periodo de Calderón.
Los periodistas no alineados al régimen tampoco han escapado de su brutalidad. Tan solo en lo que va de 2014, se han registrado 476 agresiones a comunicadores, de los cuales 70 son mujeres. Estados como Veracruz y Tamaulipas, ambos tomados por el PRI, acumulan la mayor cantidad de estas agresiones y el Distrito Federal ostenta el ignominioso tercer lugar en ese rubro. Periodistas como Anabel Hernández o Ana Lilia Pérez han tenido que huir de México, perseguidas y amenazadas de muerte por los políticos criminales a los que han denunciado en libros enteros.
DESPLOME ECONÓMICO Y ENDEUDAMIENTO
Tras la aprobación de la contrarreforma fiscal, cuya medida principal consistió en aumentar impuestos y abrir la puerta a la imposición del IVA en alimentos y medicinas, la economía registra un desplome histórico tan desastroso como en el primer año de Ernesto Zedillo. Analistas del sector privado han recortado ocho veces la expectativa de crecimiento prometida por Videgaray (3.7%). El pronóstico más reciente llegó a 2.47% para 2014, según consultores del Banco de México. En un informe de ese banco central en junio pasado, se concluyó que la economía con Peña Nieto prácticamente no creció, sumando 18 meses de estancamiento, y admitió que la situación económica del país “está peor de lo que se pensaba”.
En tanto, solamente los “ideólogos” de la contrarreforma energética esperan buenos resultados con la entrega de la renta petrolera a trasnacionales. La consultora Moody’s preveé un crecimiento de menos del 1% que gradualmente se irá reduciendo.
Algo sí ha crecido durante estos 20 meses: LA DEUDA PÚBLICA. En menos de dos años, Peña Nieto ha incrementado esta deuda en 21%, es decir, pasó de 5 billones 890 mil 846 millones de pesos al cierre de 2012, a 7 billones 125 mil 895 millones de pesos en lo que va del año. Peña ha endeudado a los ciudadanos con un billón 235 mil 49 millones más, según consta en el propio anexo estadístico del “Segundo Informe de Gobierno” que Osorio Chong entregó a sus colaboradores en el Congreso. El ritmo del incremento en la deuda pública es tan alarmante, que se calculan aproximadamente $1,622 de aumento diario desde que Peña Nieto usurpó el poder.
El endeudamiento público implica que los ingresos producidos por todos los mexicanos, recaudados a través de los impuestos, irán a parar a los bolsillos de los acreedores del “gobierno” –principalmente bancos nacionales y extranjeros– en lugar de invertirse en obras de infraestructura, vivienda, servicios de salud, educación, etc.
DESEMPLEO Y SALARIOS DE HAMBRE
Peña Nieto reportó un alza en la tasa de desempleo de 5.47% el pasado julio, la más alta en 20 meses. Hasta agosto, se contabilizaron 2.5 millones de mexicanos en edad productiva sin empleo, según cifras del INEGI. Es decir, en 20 meses prácticamente no se han generado fuentes de trabajo en México.
Por el contrario, el poco empleo que se ha generado es precario y mal pagado. En los casi dos años de Peña Nieto, el poder adquisitivo de los trabajadores registró una pérdida de 7.24 por ciento en términos reales, según cifras de académicos de la UNAM. Con el actual ingreso mínimo, un trabajador mexicano debe laborar 22 horas 53 minutos para poder adquirir todos los productos de la canasta básica alimentaria. En estos 20 meses, el salario mínimo sólo aumentó 2.53 pesos mientras dicha canasta se incrementó en 20.66 pesos.
Una de los supuestos “logros” que más vitorea Peña Nieto desde sus medios comprados, es el auge de la industria automotriz en México. Conviene aclarar que la industria automotriz no es mexicana. Todas las grandes empresas del sector son extranjeras y su interés en México radica en la mano de obra barata y facilidad de acceso a recursos, como el agua, que requieren para sus procesos industriales. Con la aprobación de la contrarreforma laboral que legaliza el outsourcing y permite la contratación de personal sin ningún tipo de prestación, por lo menos 10 armadoras de autopartes han llegado al país, entre ellas la alemanas Audi, BMW, Mercedes Benz y la coreana KIA Motors. México se ha convertido en un paraíso para estas empresas, por encima de países asiáticos como China o Singapur. ¿Por qué? Porque nuestros salarios en ese sector SON LOS MÁS BAJOS DEL MUNDO. México paga en promedio 3.6 dólares la hora a un obrero en la línea de producción, cuando el segundo más bajo –Taiwán– paga hasta 7.5 dólares.
México es el único país de América Latina en el que no aumenta el salario pero sí la jornada laboral. En 20 años otros países han reducido las horas de trabajo mientras en México sucede lo contrario a consecuencia de la “modernización” neoliberal en las leyes laborales.
A su vez, el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en las fronteras del 11 al 16 por ciento que se aplicó a partir de la contrarreforma fiscal, frenó el crecimiento, la competitividad e incrementó el desempleo en las entidades afectadas, según denuncias de académicos, funcionarios estatales y legisladores de los estados del norte y sur del país. El propio Consejo Coordinador Empresarial admitió que dicha contrarreforma ha causado el cierre de empresas, principalmente micro y pequeñas, o las han orillado a “informalizarse” para evadir impuestos, con el consecuente aumento del desempleo.
RÉGIMEN PEÑISTA: FÁBRICA DE POBRES
La consecuencia directa de los números anteriormente presentados, es el incremento en la pobreza. El investigador Julio Boltvinik del Colmex, ha calculado alrededor de 3.6 millones de nuevos pobres en sólo 18 meses de régimen peñista. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó en 2012 la cifra de 53.3 millones de pobres, 45.5% de la población total, al concluir el espuriato de Felipe Calderón. Un cálculo del incremento probable de la pobreza extrema, usando los datos del propio Coneval y la “movilidad” del salario respecto del incremento en los precios en lo que va de Peña (hasta febrero de este año aproximadamente) da el resultado de 3.04% de incremento, o 3.6 millones de pobres adicionales, según refiere el citado investigador.
En tanto, un documento presentado el mes pasado en la Gaceta Parlamentaria de la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados, revela que México duplica el promedio de número de pobres entre los países miembros de la OCDE, tomando el último dato revelado por el Coneval.
PRIVATIZACIÓN EDUCATIVA: FRACASO ROTUNDO
La falsa “reforma” educativa, diseñada a beneficio de los intereses de la jerarquía empresarial del país bajo los parámetros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, fracasó en todos los objetivos que se trazó inicialmente. De entrada, se redujo en casi mil 800 millones de pesos el presupuesto destinado a la educación respecto del ejercicio anterior. El censo escolar que pretendía aplicarse en todo el territorio nacional, dejó fuera a 2 millones de alumnos de Michoacán, Chiapas y Oaxaca. Esta última entidad ha sido la única en rechazar la “nueva” legislación secundaria, negándose a modificar sus leyes locales y sentando un precedente de resistencia contra las privatizaciones que todos los mexicanos deberíamos adoptar.
El rezago educativo con Peña Nieto es el más alto de los últimos seis años. Según resultados de la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (Enlace), 55.3% de los alumnos evaluados tuvieron nivel insuficiente en comprensión de lectura y más del 60% reprobaron en matemáticas.
En cuanto al concurso de oposición para ingreso de maestros de educación básica, más del 60% de los aspirantes fueron rechazados, al igual que 67% de los evaluados en educación media y 72% de directivos en ese grado.
Para el programa “Escuelas Dignas” se han despilfarrado 2 mil 830 millones de pesos, según cifras del propio “informe” de Peña, priorizando el “uso de la tecnología y la dotación de equipos de cómputo”, cuando en el mismo documento se admite que, de un universo de 2,675 planteles atendidos discrecionalmente, el 98% requieren algún tipo de “trabajo de mantenimiento” en su infraestructura, en tanto que 97% tienen deficiencias o carecen por completo de servicios sanitarios.
En Puebla, 4,037 planteles educativos no disponen de drenaje, 1,071 no tienen baño y 289 no tienen agua. En Guerrero, sólo 25 de las 241 escuelas destruidas por la tormenta “Manuel” hace ya casi un año, han sido rehabilitadas –a medias—pese a que Peña Nieto se comprometió a resolver el problema tras el paso del fenómeno meteorológico. En Tlapa, siguen esperando que se cumpla la promesa; desde hace un año los niños del municipio no toman clases.
La misma preparatoria pública que Peña Nieto se comprometió a entregar en Guanajuato, no ha iniciado un solo ciclo escolar desde que fue construida, pues no cuenta con energía eléctrica ni se ha formalizado el abastecimiento de agua potable. Encima, no han terminado el proceso de selección de la plantilla de profesores que impartirá las distintas materias en ese plantel.
Según cifras del INEGI este año, 10% de las escuelas públicas de todo el país no tienen baños, 45% no han visto una computadora en su vida y 61% no saben lo que es el Internet; 15% no tienen muebles para los alumnos, 10% carecen de pizarrón, 20% no tienen silla ni escritorio para el profesor, 58% no disponen de rutas de evacuación adecuada, 36% no tienen drenaje, 24% no disponen de agua entubada (dependen de pipas) y 8% no tienen energía eléctrica. Para cerrar con broche de oro, 32 millones de mexicanos están fuera del sistema educativo.
El cobro de cuotas, en cambio, se ha generalizado impunemente en las escuelas públicas pese a estar prohibido por la Constitución. Padres de familia han denunciado el cobro de entre 400 y hasta 1,360 pesos por inscripción en planteles del Estado de México, San Luis Potosí, Veracruz y otros estados secuestrados por el PRI. En fechas recientes, el corrupto Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) arrancó una campaña tipo “Teletón” en la que utilizan a maestros y alumnos para fondearse con el pretexto de apoyar a las escuelas, pero que en realidad obedece al proyecto privatizador de la “reforma” educativa y la Secretaría de Educación Pública, en manos del PRI.
DESPILFARRO EN MEDIOS… Y REPUDIO POPULAR
Pese a la apabullante campaña en medios de comunicación –particularmente la televisión– para mejorar su imagen y embrutecer a la población con spots e infomerciales triunfalistas, Peña Nieto es repudiado por la mayoría de los mexicanos. El desprecio encontró su punto máximo luego de la falsa “entrevista colectiva” en cadena nacional, organizada recientemente por el director del Fondo de Cultura Económica; una farsa mediática en la que periodistas al servicio del régimen rindieron pleitesía al usurpador e hicieron preguntas obsequiosas que, por su descarado servilismo, prácticamente ningún ciudadano tomó en serio.
De acuerdo con datos de Proceso, ni los pasquines incondicionales del PRI –El Universal y Excélsior– han podido maquillar del todo el rechazo popular hacia el actual ocupante de Los Pinos. El primer diario de circulación nacional le dio en su última encuesta 46% de aceptación por 45% de desaprobación, mientras que el segundo rotativo da un apoyo de únicamente 43% contra 54% de rechazo.
Medios internacionales han publicado sus propios ejercicios, exhibiendo la total ineficacia de la costosa estrategia mediática emprendida por los asesores peñistas para revertir la desaprobación de la ciudadanía. Según el diario estadounidense Pew Research, 60% de los mexicanos reprueban el desempeño económico del país durante los 20 meses de Peña Nieto, y 57% se manifiestan en contra de las contrarreformas, particularmente la energética.
No obstante, el descontento social no alcanza los niveles de indignación suficientes para que el pueblo se rebele. Por el contrario, en la mayoría de la población privan el el desaliento y la resignación frente a la realidad arriba expuesta, mientras los sectores más combativos han preferido bajar los brazos y esperar un posible triunfo en las próximas elecciones, confiando además que los resultados serán respetados por el actual régimen experto en fraudes electorales.
LO QUE VIENE TRAS LA CONTRARREFORMA ENERGÉTICA
Una de las consecuencias más visibles de la contrarreforma energética, aparte del saqueo “legalizado” de nuestros hidrocarburos y el ecocidio que dejarán técnicas como el “fracking”, es la pérdida los 500 mil millones de pesos que en promedio se obtenían de la renta petrolera y que ahora se embolsarán las compañías trasnacionales.
La extracción de petróleo que antes era exclusiva de Pemex, era un gran negocio para México –aún cuando políticos y funcionarios lo han rapiñado por años– debido a que explotarlo cuesta 10 dólares el barril de 160 litros, pero se vende a 100 dólares en promedio. Diariamente, Pemex extraía 2 millones 600 mil barriles que representan 260 millones de dólares diarios y 100 mil millones de dólares al año. Con la apertura total del sector a la iniciativa privada, ese negocio será repartido entre las empresas extranjeras que ya tenían concertados esos contratos desde sexenios anteriores, hoy disfrazados de “rondas” para licitar los yacimientos, relegando a Pemex y por lo tanto a nuestro propio interés.
Los ingresos de Pemex contribuían en promedio a un 33% del Producto Interno Bruto (PIB). La mafia que convalidó la contrarreforma esperaba cubrir ese boquete financiero con el alza a los impuestos y al IVA en la frontera, pero la actual debacle económica ha dejado claro que la medida sólo resultó contraproducente. Videgaray anunció que no se incrementarán los impuestos en los próximos años (lo dice justo antes del proceso electoral de 2015), no obstante, sabemos por experiencia que si declaran algo es porque pretenden hacer exactamente lo contrario. Cuando tomaron el poder dijeron que no aumentarían los impuestos, y lo hicieron; dijeron que eliminarían los gasolinazos, y los prolongaron; dijeron que no privatizarían el sector energético, y descaradamente lo hicieron. Por tanto, vendrá invariablemente el IVA en alimentos y medicinas. Alguien tiene que pagar lo que se dejará de percibir por la entrega del petróleo. ¿No sabes quién? Mírate en el espejo, piensa en tus hijos, tus nietos y el resto de tu descendencia. Ahí tienes la respuesta.
Frente a esa realidad, ¿en verdad crees que puedes darte el lujo de esperar hasta el 2018 para reaccionar?