México, 27 de octubre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Volvemos a lo mismo: todas las señales del fraude de 2018 son descaradas y el escenario está más que puesto para una nueva imposición presidencial. Aquí lo preocupante es que mucha gente sigue sin aceptarlo. Reiteran la necedad de «votar masivamente» como única vía para impedir ese fraude, cuando a estas alturas debería ser obvio que, si algo no se respeta en este país, es el voto. Para hacerlo respetar hay que limpiar las instituciones primero, AQUÍ Y AHORA, no hasta 2018 cuando el fraude haya sido consumado. Tener que repetir esto en pleno siglo XXI, con casi cien años de nefasto prianismo a cuestas y una larga historia de fraudes, resulta francamente absurdo y demuestra, tristemente, que no hay despertar de conciencia.
Por lo pronto, los secuestradores del congreso volvieron a hacer de las suyas y aprobaron, sin siquiera simular que discutían, una contrarreforma a su propia «reforma» a la Ley Federal de Radiodifusión y Telecomunicaciones, con el fin de «legalizar» la práctica infame de disfrazar como noticias cualquier tipo de propaganda, especialmente política y «gubernamental». Esto desde luego sirve a las televisoras, concretamente a la criminal Televisa, pues recibirán aún más dinero público del que ya se venían embolsando ilegalmente, en vísperas del proceso electoral de 2018. Así que habrá más guerra sucia desde los «medios», sobreeexposición de quien será el próximo usurpador y, claro está, ríos de dinero público directo a los bolsillos de Azcárraga, Salinas Pliego y, para que vean que sí funcionó la contrarreforma, ahora también de los priistas Vázquez Raña-Aldir con sus nuevas televisoras.
La iniciativa fue realizada por un mamarracho panista llamado Federico Döring, conocido por fungir como mensajero de los videoescándalos de René Bejarano en 2004. También ha destacado por su interés de censurar las redes sociales y un servilismo recalcitrante hacia el duopolio televisivo, demostrado nuevamente hoy tras la imposición del engendro «legislativo» que lleva su nombre.
De acuerdo con la agencia Proceso, se impuso la mayoría PRI-PVEM y un bloque de panistas afines al genocida Felipe Calderón Hinojosa, entre ellos el líder de los secuestradores del «senado», Ernesto Cordero, y desde luego el perro rabioso de las televisoras, Javier Lozano Alarcón.
¿Y la «oposición»? Como siempre, facilitando los atropellos y luego pretextando las mismas paparruchas de toda la vida: «madruguete», «irregularidades» o simplemente haciendo el insultante show ridículo de «abandonar la sesión» para dejar que los secuestradores vandalicen la Constitución a placer.
“La presente minuta tiene aspectos preocupantes que […] harían nugatorias las facultades del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para suspender precautoriamente las transmisiones que vulneren los derechos de las audiencias, particularmente, las relativas a las personas con discapacidad, niños y adolescentes”, denunció una simuladora de la «oposición».
«Atenta contra los principios previamente establecidos que permitían distinguir entre la información noticiosa y la opinión de los presentadores”, dijo otro.
¿Y por qué no hicieron nada por impedirlo, FARSANTES? Si esa propuesta es un atropello, si es violatoria de la Constitución, ¿por qué permitir que criminales al servicio de los oligarcas beneficiados la impongan sin la menor resistencia? La respuesta es OBVIA: SON CÓMPLICES y sólo están simulando que denuncian, porque ése es justamente su papel en la consumación de los abusos. ¿Qué más tiene que suceder para que comprendan la urgente necesidad de reaccionar YA -no hasta 2018- para limpiar las instituciones?
Con información de Proceso