México, 12 de mayo 2020 (NOTIGODÍNEZ).- Javier Herrera Valles, ex comisionado general de la Policía Federal Preventiva (PFP) durante el régimen usurpador del genocida Felipe Calderón, volvió a denunciar la brutal persecución de que fue objeto tras haber exhibido públicamente a Genaro García Luna, entonces “secretario de Seguridad Pública”, por sus vínculos con el crimen organizado. Su caso fue muy conocido luego de que el régimen calderonista lo encarcelara en 2008 acusándolo falsamente de tráfico de drogas y delincuencia organizada.
En efecto, fue en noviembre de aquel año cuando Herrera Valles fue detenido, torturado y posteriormente acusado de los delitos señalados con sentencia condenatoria de 10 años de prisión e inhabilitación permanente para ocupar cargos públicos. Poco tiempo atrás, había hecho llegar una misiva al genocida Calderón acusando a García Luna de un sinfín de anomalías en su “gestión” al frente de la SSP, incluyendo negociaciones con el Cártel de Sinaloa.
Entrevistado en días pasados por el periodista Julio Hernández López, autor de la columna Astillero en el diario La Jornada, Herrera Valles ratificó las denuncias que en su momento realizó públicamente sobre las actividades criminales de García Luna, quien actuó siempre con la absoluta complacencia y complicidad de su jefe directo, el genocida Felipe Calderón.
Asimismo, el ex comandante en jefe de la PF criticó la desvergüenza del exusurpador al pretender deslindarse de su esbirro predilecto, hoy preso en Estados Unidos enfrentando cargos formales de vínculos con el Cártel de Sinaloa. Según Herrera Valles, Calderón procedía con rabiosa inmisericordia para silenciar a quienes se atrevían a cuestionarlo.
“La manera en que actuaba Felipe Calderón para reprimir conciencias… o sea [a Calderón] no se le podía hacer un cuestionamiento porque era la manera: o te mataban o te metían a la cárcel”, sentenció.
También repudió el cinismo del exusurpador en sus recientes declaraciones a través de las redes sociales, donde lanzó un desafío a la Fiscalía General de la República (FGR) para que lo detenga si hay pruebas en su contra.
“La verdad es que no tiene vergüenza porque lo que menos él respetó fueron las leyes. Te consignaban y no nada más te consignaban sino te sentenciaban porque también los jueces se prestaban para eso con las instrucciones de él”, denunció.
“Yo también fui detenido con imputaciones falsas y únicamente con testimonios de dos delincuentes, un secuestrador que se le otorgaron beneficios para declarar primeramente en contra de mi hermano y después contra mí. Y sin pruebas”, siguió narrando Herrera Valles para volver a exhibir la putrefacta doble moral de Calderón, quien se llena la boca exigiendo pruebas y respeto a las leyes que él violentó desde que se robó la presidencia.
El excomisario reiteró que su error fue haber acudido a Calderón para denunciar a García Luna, pues siempre creyó que el exusurpador había sido engañado por su secretario predilecto cuando en realidad trabajaban juntos y eran cómplices. Asimismo, recordó el caso del general brigadier Tomás Ángeles Dauahare, otro más de los funcionarios honestos que se acercaron al genocida Calderón para denunciar a García Luna y acabaron en la cárcel.
El 23 de diciembre de 2011, luego de más de tres años preso en el penal federal de El Rincón, en Tepic, Nayarit, el Juzgado Segundo de Distrito en esa ciudad condenó a Javier Herrera Valles a 10 años de prisión, una multa de 251 días de salario mínimo y la inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos. Con base en señalamientos de “testigos protegidos” –dos de ellos también incriminaron falsamente al general Ángeles Dauahare– se le acusó de tráfico de drogas y delincuencia organizada.
La venganza brutal de García Luna y su jefe Calderón quedó exhibida casi un año después, en septiembre de 2012, cuando el Segundo Tribunal Federal de Nayarit revocó la sentencia tras concluir que las acusaciones contra el excomisionado eran infundadas. El fallo dejó sin efecto las demás sanciones injustamente aplicadas al exfuncionario, quien hasta antes de esa bárbara injusticia había sido un oficial condecorado por su impecable trayectoria policial.
Desde su detención en noviembre de 2008, Javier Herrera Valles defendió sin vacilar su inocencia y sostuvo permanentemente que los cargos en su contra fueron fabricados por Genaro García Luna, en represalia por las denuncias públicas –dos de ellas dirigidas personalmente a Calderón– sobre sus nexos con el crimen organizado.