Juan Alberto Cedillo
Proceso
SALTILLO, Coah., (proceso.com.mx).- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) asegura que “desde hace meses” investiga la masacre cometida en el municipio de Allende; sin embargo, autoridades locales desmienten al organismo, al sostener que lleva apenas quince días en el asunto.
Hace unos días, Raúl Plascencia Villanueva, titular de la CNDH, ofreció una rueda de prensa en la que aseguró: “El caso de Allende lo estamos investigando. Llevamos meses recabando testimonios, recorriendo el lugar, pidiendo información a las autoridades”.
No obstante, el alcalde Reynaldo Tapia desmintió esta versión, al asegurar que hace apenas 15 días los visitadores se pararon por primera vez en el municipio.
Además, una carta de la dependencia fechada recientemente también desacredita lo dicho por Raúl Plascencia, ya que menciona que anteriormente no investigaron los crímenes debido a que era “un asunto local”.
La versión de la CNDH
Raúl Plascencia aseguró que en el caso de Allende no existe aún certeza de la cantidad de personas desaparecidas. “Hay versiones que hablan de 300 personas y otras más señalan el número de personas no localizadas en poco más de 50”.
Se le cuestionó si la CNDH investigará la omisión por parte de las autoridades estatales o federales al ocultar por cerca de dos años información de la masacre. “No corresponde a la CNDH determinarlo”, respondió.
La versión de Raúl Plascencia fue desmentida por el alcalde de Allende, Reynaldo Tapia. “Hace apenas 15 días que los visitadores de la CNDH se pararon por primera vez en el municipio”, reveló en entrevista.
Tapia mencionó que en esa ocasión se entrevistó con los visitadores, quienes lo interrogaron sobre lo ocurrido en Allende en marzo de 2011. “Los llevamos a hacer un recorrido por las casas semi destruidas”, precisó el alcalde.
Reynaldo Tapia informó que la semana pasada tenía programada una entrevista con Raúl Plascencia Villanueva en la ciudad de México, la cual no pudo concretar por su apretada agenda durante su estancia en el DF.
Por su parte, el diputado Edmundo Gómez Garza también rechazó que la CNDH tenga “meses investigando el caso de Allende” y calificó de cínicas las declaraciones de Raúl Plascencia.
“A él le importa más su puesto y reelegirse, que lo que está pasando con la población”, aseguró Gómez Garza, diputado local por el Partido Acción Nacional.
Gómez Garza comentó que envió una misiva a la Comisión Nacional de Derechos Humanos cuestionando por qué no había intervenido y guarda silencio sobre la masacre.
La respuesta del organismo que preside Raúl Plascencia Villanueva fue dada el 30 de junio pasado. Le señalaron que no indagaron los crímenes porque era un asunto de “carácter local” y sugirió al diputado acudir “a la Comisión Estatal de Derechos Humanos ubicada en el Boulevard Venustiano Carranza No 1632, Col República Poniente de Saltillo”.
“Me dijeron que no es de su competencia, y que no tiene conocimiento sobre el crimen cometido en cientos de personas en la población de Allende”, señaló el diputado en entrevista con Apro.
“Y ahora (la CNDH) se desdice y asevera que se está investigando desde hace meses, lo único que hace es confirmar que se burla de los familiares, coahuilenses y de toda la sociedad mexicana”, enfatizó Edmundo Gómez.
“Lástima que tan digna institución tenga al frente tan lamentable representante, quién tiene una pésima actuación, llena de halagos y zalamerías a gobernantes con el fin de obtener beneficios personales como su reelección, sin hacer algo por las víctimas directas e indirectas de acciones violentas. Prueba de ello es lo sucedido en Coahuila y San Fernando, Tamaulipas”, concluyó Gómez Garza.
El caso irá a la Corte de La Haya
Organizaciones civiles y familiares pretenden llevar el caso ante la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya. Lo anterior, después de que otras asociaciones hicieran lo propio con los crímenes de lesa humanidad cometidos en Baja California durante el sexenio pasado.
En marzo de 2011, la organización criminal “Los Zetas” cometió una serie de asesinatos en Allende, Nava y Piedras Negras, Coahuila.
La tarde del 18 de marzo de 2011 arribaron a Allende, poblado de unos 22 mil habitantes, cerca de 40 camionetas con hombres armados y encapuchados que cerraron los accesos por carretera. Atacaron al menos 10 residencias de las familias Garza Gaitán y Moreno Villanueva para llevarse cerca de 80 personas, entre mujeres, ancianos y niños. Fueron apoyados y protegidos por alrededor de 40 policías municipales que estaban en su nómina.
Los sicarios encabezados por el lugarteniente tamaulipeco “Comandante Flacaman” regresaron en varias ocasiones. “Levantaron” a más familias, incluso trabajadores y empleados domésticos de los Moreno y Villanueva. “En total se llevaran cerca de 300 personas”, dijo el actual alcalde Reynaldo Tapia.
Decenas de personas privadas de su libertad fueron llevadas por los sicarios a un rancho propiedad de la familia Garza Gaytán, ubicado en el kilómetro siete de la carretera Allende-Villa Unión.
Los sicarios provenientes de Tamaulipas también realizaron una limpia al interior de su organización. Asesinaron a más de 100 de sus miembros en la región. La Procuraduría de Justicia de Coahuila tiene documentado que los cadáveres fueron incinerados en una “narco cocina” que operaba en el interior del Cereso de Piedras Negras.
El crimen tuvo la complacencia de autoridades municipales que proporcionaron a los sicarios la ubicación de las residencias de integrantes de las familias Moreno Villanueva y Garza Gaytán. También de efectivos del Ejército que vigilaban la región -apostados en la garita del kilómetro 53 de la carretera 57- y que no detectaron y dejaron pasar a decenas de camionetas provenientes de Tamaulipas con hombres armados; así como de las autoridades estatales y federales, que mantuvieron ocultos los crímenes durante de dos años.