México, 3 de mayo 2020 (NOTIGODÍNEZ).- El genocida Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, exusurpador de la presidencia de la República en el sexenio 2006-2012, SÍ recibió información y evidencia sobre los vínculos de su “secretario de Seguridad Pública”, Genaro García Luna, con grupos del crimen organizado. ¿Y qué hizo Calderón al respecto? Encarceló a quien le proporcionó la información.
Se trata del general –hoy en retiro– Tomás Ángeles Dauahare, quien fungiera como subsecretario de la Defensa Nacional durante el régimen del panista Vicente Fox. Aunque el caso se difundió en varios medios, adquirió mayor notoriedad gracias a la gran periodista de investigación Anabel Hernández, especialista en temas de narcotráfico, una de las más eminentes denunciantes de la traición de Calderón al general Tomás Ángeles Dauahare.
En su notable libro «México en llamas, el legado de Felipe Calderón», la periodista narra cómo el general se acercó a Calderón y a su entonces “secretario de Gobernación“, el español Juan Camilo Mouriño, para entregarles un expediente con los nombres de los “funcionarios” vinculados a los cárteles de la droga, entre ellos Genaro García Luna.
Si bien Calderón habría recibido de buena gana la información, poco tiempo después despidió de su cargo al general Ángeles e inició una campaña feroz de hostigamiento en su contra. Hacia el año 2012, finalmente consumó la venganza de su esbirro predilecto García Luna y encarceló a Tomás Ángeles bajo cargos falsos de nexos con el cártel de los Beltrán-Leyva.
Hernández, quien dio seguimiento exhaustivo al caso, detalló que la entonces “Procuraduría General de la República” (PGR), encabezada por Marisela Morales, construyó un expediente basado en testimonios falsos de “testigos protegidos” para acusar a Ángeles Dauahare y a otros cuatro generales.
Así denunció Anabel Hernández en 2012 la brutal injusticia cometida contra Tomás Ángeles Dauahare a manos del genocida Felipe Calderón:
Tomás Ángeles Dauahare estuvo preso en el CEFERESO del Altiplano durante casi un año por cortesía de Felipe Calderón y su esbirro Genaro García Luna, siendo ellos quienes deberían estar refundidos en la cárcel esposados mano a mano. Fue hasta abril de 2013, ya entrado el espuriato de Enrique Peña Nieto, cuando se determinó que el general había sido inculpado sin fundamentos y dejado en libertad.