Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- El fundador del albergue para migrantes Hermanos en el Camino, Alejandro Solalinde, acudió hoy a la Procuraduría General de la República (PGR) para presentar su declaración ministerial sobre el presunto asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el pasado 26 de septiembre, pero nadie la recibió.
Ignoran a Solalinde en la SEIDO por caso Ayotzinapa. Foto: Miguel Dimayuga
El sacerdote y activista se presentó hoy a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) para llevar la información que cuatro testigos le hicieron llegar sobre los hechos violentos del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, donde murieron seis civiles y desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Isidro Burgos.
Uno de los testigos, dijo, es cercano a la Policía de Iguala y supuestamente le dio un mapa con la localización de las fosas donde estarían los cuerpos de los normalistas desaparecidos, sin embargo admitió que el mapa no fue incluido en su declaración ministerial
Solalinde arribó la tarde de este lunes a la sede de la SEIDO para entregar el documento de su declaración pero después de 10 minutos salió solo para denunciar que nadie lo recibió y decir que la actitud de la SEIDO probó la “falta de interés de las autoridades” respecto al caso.
Desde el viernes pasado, el sacerdote ha señalado que testigos de los hechos registrados el 26 de septiembre en Iguala, afirman que los 43 normalistas desaparecidos fueron calcinados, algunos de ellos en vida.
Según dicho testimonio, policías municipales se llevaron a los 43 estudiantes normalistas, algunos de ellos heridos y los hicieron caminar hasta donde había varias fosas. Luego los colocaron dentro de las fosas, algunos de ellos todavía vivos, les pusieron unas tablas encima, los rociaron con diesel y los quemaron a todos.
En entrevista con Noticias MVS primera emisión, Solalinde afirmó hoy que el relato es de una persona que presenció los hechos pero también ha hablado con estudiantes que presenciaron el ataque de los policías municipales, con familiares de los estudiantes afectados, con policías y con investigadores.
“Desde el primer momento supe que algunos de los muchachos atacados dos veces con armas de fuego como si fueran un ejército, fueron heridos y otros cayeron muertos. Se llevaron a 43, algunos heridos”, relató.
Primero, abundó, le dijeron que algunos fueron quemados en el curso de la semana y el pasado domingo 19 “me dijeron que no eran unos cuantos, fueron todos”, señaló.
El mismo domingo, junto con familiares de los normalistas desaparecidos acudió a la Basílica de Guadalupe, para escuchar una misa dedicada a los jóvenes pero ni les permitieron celebrar la misa ni el padre mencionó a las familias, ni siquiera se dirigió a ellos en la homilía, lamentó el sacerdote activista.
Pese a ello, dijo, aprovechó para platicar con las personas quienes le expresaron su temor y le confirmaron que los muchachos, todos, fueron quemados.
“La gente sabe ya esta información pero está asimilándola. Los familiares son conscientes de eso (de las muertes)” pero quieren, al menos sus cuerpos.
“Lo más triste de todo esto es que yo no les pude asegurar que van a tener sus cuerpos. Esos muchachos permanecerán siempre como desaparecidos tal cual porque no dejaron rastros”, lamentó.
Y atizó:
“Yo por mi parte estoy muy preocupado porque esto rebasa todo. Sabíamos que había represión contra estudiantes (…) esto es muy grave, gravísimo, refleja no un hecho aislado sino una acción de Estado”.
Los testimonios recabados por el padre Solalinde los llevó por la tarde a la PGR y adelantó que el próximo jueves 23 se reunirá con el titular de la dependencia, Jesús Murillo Karam, para hablar del tema y para expresarle, añadió, lo que piensa del gobierno actual.
“Le voy a decir que lo que yo pienso de este gobierno: que es tan corrupto, tan simulador y se ha convertido en una verdadera amenaza para su pueblo, que no es un hecho aislado.
“En lugar de caminar con nosotros, buscar la justicia, se ha convertido en una amenaza y peligro para la ciudadanía. No creo en el gobierno, veo corrupción en todos lados (…) ellos saben perfectamente todo, ellos saben que en esas fosas que han encontrado restos calcinados ahí están los muchachos”, insistió.
Solalinde afirmó que el Estado mexicano “quiere fragmentar responsabilidades”, a pesar de que el propio Estado se llevó a los normalistas.
“El Estado mexicano atacó a los jóvenes, se los llevó. No importa si los entregaron a criminales. (…) Por lo pronto esto es un crimen de Estado, de lesa humanidad, agentes que deberían estar al servicio del pueblo”, fustigó.