Silvia Garduño
Reforma
Cd. de México (17 agosto 2014).- Las violaciones a los derechos humanos por personal del Instituto Nacional de Migración (INM) no son hechos aislados, sino una práctica institucionalizada.
Así lo concluye la organización no gubernamental Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde) en un informe sobre la situación de estaciones migratorias.
Con base en entrevistas realizadas entre julio y diciembre de 2013 a 138 extranjeros en la estación de Iztapalapa, advierte que los agentes de Migración extorsionan y maltratan a los indocumentados.
Según el reporte, 10 por ciento de los entrevistados relató haber sido víctima de abusos de personal del INM durante su detención, y 34 por ciento, al interior de la estación migratoria.
Los migrantes indicaron que los agentes les pidieron hasta 100 dólares para dejarlos seguir su camino, recurrieron a la violencia física y les negaron alimentos y agua hasta por 15 horas.
Sin embargo, por temor a represalias, ninguno denunció los hechos.
De los 107 hombres entrevistados, 52 por ciento refirió que no pudo hacer una llamada telefónica para avisar sobre su detención, sólo 23 por ciento tuvo contacto con su consulado y a 22 por ciento no se le informó sobre su traslado a Iztapalapa.
REFORMA publicó el 3 de agosto que agentes de la estación migratoria de Acayucan, Veracruz, eran acusados de extorsionar a familiares de centroamericanos, según testimonios de personal del INM y migrantes.
«Las observaciones respecto a la comida en general son negativas. Las porciones son adecuadas, pero de mala calidad, ya que los alimentos son insípidos o demasiado condimentados, se sirven fríos y no se respetan las necesidades de dieta requerida para las personas que sufren alguna enfermedad crónica o alergias», señala el informe.
Respecto a la atención médica, sólo 8 mujeres y 41 hombres hicieron uso de los servicios. De los hombres, sólo 6 consideraron que el diagnóstico fue el correcto.
En la estación migratoria de la ciudad de Puebla, una de las principales preocupaciones de los 33 entrevistados fue que no cuentan con área al aire libre y que el espacio es compartido en diferentes horarios.
Cinco hombres y tres mujeres dijeron no haber recibido atención médica oportuna y eficaz, entre ellas una mujer que se desmayó por la noche y tuvo que esperar hasta la mañana siguiente para que le revisaran sus signos vitales.
Respecto a la estación migratoria de Saltillo, Coahuila, donde se entrevistó a 261 personas, el informe indica que fue adaptada en el antiguo Gimnasio de la Asociación Gilberto AC y que el lugar no es apropiado para alojar a personas.
«El espacio asignado a los dormitorios, antiguos vestidores del gimnasio, es frío y húmedo; las personas reciben una colchoneta y una sola cobija por las noches para dormir, sin embargo, las personas entrevistadas señalaron constantemente que el frío se volvía insoportable por la madrugada», detalla.
Los migrantes aseguraron que comen y duermen en el piso y denunciaron la falta de agua caliente en regaderas y de enseres de aseo personal.
«Las personas han referido que en los tres tiempos de comida se repiten los mismos platillos», abunda el informe.