“La tecnocracia no tiene derecho a disponer de lo que no es suyo”
Matilde Pérez U.
La Jornada
En la víspera de que Peña Nieto «promulgue» [ese sujeto no promulga nada, porque no es nada] la legislación secundaria de la reforma energética, el Congreso Agrario Permanente (CAP), El Barzón, el Frente Auténtico del Campo (FAC) y la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores (ANEC) insistieron en que esta reglamentación dejará en el desamparo a campesinos e indígenas, y por ello continuarán llamando a la resistencia pacífica a ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, así como a la construcción nacional de una red de comités de defensa de la tierra.
“Es una nueva expoliación de nuestras tierras, de las conquistas de los campesinos, disfrazada de ‘ocupación temporal’. Hace un siglo la exclusión social de las comunidades agrarias tomaba forma en el despojo de las tierras para entregarlas a los inversionistas nacionales y extranjeros; hoy va de la mano del abandono en que por décadas se ha sometido al campo”, expresó Luis Gómez Garay, coordinador del CAP.
Los inversionistas nacionales y extranjeros, agregó, no pretenden desarrollar las regiones rurales –como argumentan los legisladores que aprobaron la reforma energética–; su meta es optimizar sus ganancias.
Las agrupaciones del CAP, dijo, “vamos a seguir profundamente críticas de la reforma energética y pugnando por una política económica que genere una distribución más justa de la riqueza y dé más oportunidades para la población. La tecnocracia no tiene derecho a disponer de lo que no es suyo, y menos de entregárselo a quienes siempre han sido ajenos a las demandas de justicia y desarrollo equitativo de la sociedad”.
El FAC, apuntó Mario Lerma Sáenz, “manifiesta su rechazo a la reforma energética, así como a la reforma del campo que impulsa la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), por ser sesgada, antidemocrática y teledirigida. En el fondo busca desaparecer la propiedad social y eliminar los derechos y conquistas de los campesinos e indígenas.
“A legisladores y autoridades les decimos que defenderemos nuestros derechos y patrimonio”.
Alfonso Ramírez Cuellar, dirigente de El Barzón, hizo un llamado a Peña Nieto para que “vete las leyes secundarias de la reforma energética [PUES LAS ACABA DE AVALAR. ESO LES PASA POR RIDÍCULOS Y POR ANDARLE BUSCANDO LA CARA Y SUPLICANDO AL TIPEJO ESE, AHÍ TIENEN]. Aún hay tiempo de revertir los graves daños que dichas disposiciones provocarán a la economía y al medio ambiente, a la seguridad en la tenencia de la tierra y el daño enorme a las finanzas del país debido a la ausencia de verdaderos órganos de regulación y a la debilidad del Estado para someter a vigilancia y control a las nuevas empresas participantes en la exploración y explotación de los hidrocarburos”.
También convocó al Ejecutivo a rechazar la “ocupación temporal” de las tierras, el retiro de los subsidios para el desarrollo de actividades productivas y gastos del consumo eléctrico. “No puede aceptar que se desate la especulación con las tierras y que los funcionarios públicos se conviertan y actúen en fraccionadores de la nueva oligarquía de los energéticos”.
La ANEC advirtió que las agrupaciones campesinas que acuerden la reforma del campo de «gran calado» que anunció el PRI “abonarán a una nueva derrota del movimiento campesino, como pasó en la década de los años 90”, pues para el gobierno no son estratégicos ni prioritarios los derechos a la propiedad, la alimentación y un medio ambiente sano. Con la «reforma» energética nacerán los neohacendados de este siglo y se acabará con la propiedad social de la tierra.
Por ello hizo un llamado a todas las agrupaciones indígenas, campesinas, sociales y ambientalistas a organizarse y prepararse para “una lucha larga e ininterrumpida en los próximos años” para revertir la citada reforma.
En lo inmediato, está participar en el encuentro En defensa de la tierra, el agua y la vida, que se llevará a cabo los días 16 y 17 en San Salvador Atenco, para acordar planes locales y regionales de resistencia y alternativa, así como construir una gran movilización para el 6 de diciembre en la ciudad de México y conmemorar el centenario de la entrada a la capital de los ejércitos campesinos de Francisco Villa y Emiliano Zapata.