México, 23 de mayo 2018 (NOTIGODÍNEZ).- El régimen usurpador del priista Enrique Peña Nieto, a través de Petróleos Mexicanos (Pemex), lanzó una subasta de «capacidad» para otorgar a particulares acceso a la infraestructura de transporte de combustible y almacenamiento de petrolíferos que pertenece a la subsidiaria Pemex Logística.
De acuerdo con el diario Reforma, dicha subasta es considerada la más grande que se ha visto desde que entró en vigor la contrarreforma energética.
En su página en Internet, la empresa del Estado informó que, a través del proceso denominado «Temporada abierta» publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación (DOF), particulares nacionales y extranjeros podrán realizar ofertas para disponer de la infraestructura de Pemex Logística.
Curioso que el régimen utilizara esa frase, «Temporada abierta», que en Estados Unidos se traduce como «open season» y es usada comúnmente para referirse a la temporada de cacería de animales.
«La Reforma Energética permite que Petróleos Mexicanos, a través de su subsidiaria Pemex Logística, pueda ofrecer a terceros capacidad en su infraestructura de almacenamiento y transporte por ducto de petrolíferos«, se lee en el portal digital de Pemex, cuya dirección, por cierto, ocupó hasta hace poco un pariente de Carlos Salinas de Gortari, ex usurpador de la Presidencia en el sexenio 1988-1994 y uno de los precursores de la privatización de Pemex.
«La Temporada Abierta permite a terceros interesados en contratar capacidad disponible en la infraestructura de almacenamiento y transporte por ducto de petrolíferos de Pemex Logística, por un plazo determinado (3 años), participar en un mecanismo de subasta presentando posturas de capacidad y tarifa (sobre una tarifa mínima de reserva)», continúa el texto en la página de la empresa.
Pemex informó que la infraestructura subastada incluye el sistema de poliductos que conectan a terminales de El Paso, Ciudad Juárez, Chihuahua, Gómez Palacio, Saltillo, Satélite, Monclova y Sabinas; las 10 terminales de almacenamiento ubicadas en Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; así como el Sistema Pacífico Zona Topolobampo, con capacidad en las terminales ubicadas en los puertos de Mazatlán, Topolobampo y La Paz.
El año pasado se realizó la primera subasta de infraestructura de transporte y almacenamiento de petrolíferos, pero ninguna empresa se interesó debido a «falta de capacidad en los puertos para descargar sus propios combustibles».
Sólo la trasnacional texana Andeavor, antes Tesoro Co., ganó la subasta de infraestructura en Sonora y Baja California. La empresa extranjera informó que, gracias a dicha infraestructura, ya es capaz de trasladar hidrocarburos desde la costa oeste de Estados Unidos para su comercialización en nuestro país.
Pemex recibirá las ofertas de subasta entre el 12 de junio y el 9 de julio, las evaluará hasta el 23 de julio y al día siguiente se realizará la asignación de capacidad a las empresas que hayan presentado las mejores ofertas.
Opinión:
¿No que Pemex ya no servía y que su infraestructura es obsoleta y caduca? Ahora resulta que, en lugar de utilizarla para beneficio de los mexicanos, el régimen rentará dicha infraestructura a empresas extranjeras para que transporten sus gasolinas baratas, las almacenen y luego las revendan caras en nuestro territorio. ¡Negocio redondo y antesala a la privatización!, porque a fin de cuentas, la supuesta «renta» de la infraestructura nacional para que sea operada por privados es justamente eso: PRIVATIZACIÓN.
Más grave aún: la entrega de nuestro petróleo y el remate de Pemex se han consumado sin resistencia alguna y la hazaña de la expropiación petrolera ha quedado totalmente liquidada. Hoy, finalmente, las empresas nacionales y extranjeras no sólo pueden saquear el petróleo de la nación amparadas por la «ley», también disponen de la infraestructura de Pemex que tomó décadas y un enorme esfuerzo del pueblo mexicano desarrollar. Ductos y almacenamiento, particularmente, eran actividades estratégicas y de importancia medular por sus implicaciones en la seguridad nacional, de ahí que la participación de empresas privadas en esas y otras actividades estaba estrictamente prohibida en la Constitución. Dicha prohibición era un candado clave que salvaguardaba no sólo la riqueza petrolera, sino la seguridad nacional y soberanía energética. Peña y sus cómplices, entre ellos Ricardo Anaya que hoy quiere sucederlo en Los Pinos, eliminaron ese candado precisamente porque estorbaba a los intereses de las empresas saqueadores y abusivas que ya están invadiendo al país. Se salieron con la suya y en un abrir y cerrar de ojos, las trasnacionales ya se han apoderado de todo a cambio de migajas.
Por cierto, un poco al margen del asunto medular, cabe mencionar que el diario Reforma publicó ayer esta misma nota con el título «Lanza Pemex megasubasta de terminales».
Lanza Pemex megasubasta de terminales https://t.co/6x40i0sjq8
— REFORMACOM (@Reforma) May 22, 2018
Horas más tarde, le entró al juego de los eufemismos y los malabares retóricos cambiando el título a «Lanza Pemex megasubasta de capacidad», así como el texto de la nota que habla ahora de «capacidad en transporte y almacenamiento de petrolíferos» y no de la infraestructura en sí misma. ¿Alguien le habrá jalado las orejitas a Reforma? Lamentable y, a fin de cuentas, INÚTIL, pues ni toda su manipulación retórica es suficiente para ocultar el hecho de que asistimos, ya en pleno, a la PRIVATIZACIÓN DE PEMEX.
Con información de Reforma
