Jair García
La Jornada
La reforma energética no traerá ningún beneficio para la economía nacional, al contrario tendrá un impacto negativo, pues las grandes transnacionales y compañías petroleras de Estados Unidos desplazarán a la micro, pequeña y mediana empresa, e incluso a la mano de obra local, advirtió el consejero de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Augusto Zamora Lara.
Señaló que las empresas locales, particularmente de estados petroleros como Veracruz, no podrán competir ni colaborar con los grandes consorcios americanos, quienes traen su propia tecnología, capital y mano de obra calificada.
“Los tiempos de las reformas terminaron, ya no hay mayor pretexto, la economía ya debe empezar a caminar en cada uno de los sectores. Se debe definir cómo se va avanzar de manera más decidida y se pueda revertir esta baja actividad económica nacional que inició desde el primer año del gobierno federal. Llevamos casi 20 meses sin que despegue la economía, pero lo que vemos, es que la reforma energética será fatal para México”, expresó.
Augusto Zamora Lara dijo que todavía no conocen a detalle las reformas secundarias de la reforma energética, pero dijo que al dejarle el camino abierto al capital extranjero éste vendrá a desplazar a las empresas locales, pues viene sólo por utilidades y no interesada en el progreso de la zona.
“Lo que sí puedo asegurar es que será de gran impacto negativo para la economía nacional y sobre todo serán fuertemente impactadas para las micro, pequeñas y medianas empresas. Van a ingresar grandes empresas, consorcios que cuentan con mucho capital. Hoy las grandes obras no son licitaciones nacionales, son licitaciones internacionales y concesiones, entonces ya no hay el uso de recurso público para la construcción, sino, se les darán las concesiones y éstas tienen un costo”, refirió.
El consejero de la Coparmex comentó que esta situación estará ahogando más a las empresas locales, pues el gasto del gobierno no se está canalizando en obras, sino en pagar sólo el gasto corriente, por lo que no hay inversión pública en Veracruz.