Sayda Chiñas Córdova
La Jornada
Coatzacoalcos, Ver.- El incumplimiento de los acuerdos entre ejidatarios y autoridades de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) provocó que se volvieran a cerrar las válvulas de la presa Yuribia, dejando sin agua a más de medio millón de personas.
Desde el viernes, ejidatarios de Tatahuicapan restringieron nuevamente el suministro de agua de la presa Yuribia, ya que se estaba desviando 100 por ciento del agua a la zona urbana. En un comunicado de prensa, los ejidatarios recordaron que en la minuta que firmó el gobierno del estado con ellos, acordaron que sólo 40 por ciento del agua que captara el acueducto sería enviada a la zona urbana y el resto se dejaría para que fuera aprovechada por los productores locales.
Sin embargo, los ejidatarios confirmaron que el personal de la presa enviaba un mayor porcentaje de agua al área urbana por lo que decidieron disminuir el suministro, pero sin tomar la presa.
Ahora, en vez de que las válvulas estén encadenadas fueron soldadas por los ejidatarios, para impedir que los trabajadores de Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) las abrieran durante la noche, como lo venían haciendo.
Los ejidatarios advirtieron que será el próximo 4 de diciembre cuando se lleve a cabo la destrucción total de la presa y los municipios de las zonas bajas deben tener listos los sistemas de abastecimiento.
En un comunicado, el organismo operador informó que se entabló una mesa diálogo y se logró que se abrieran las válvulas, por lo que será en el transcurso de la noche del lunes y la mañana del martes cuando el servicio se vaya normalizando de manera paulatina.
Mientras tanto la CMAS mantiene operando dos norias instaladas, una en la colonia Hernández Ochoa y otra en la colonia Santa Isabel IV, asimismo se está abasteciendo del vital líquido a todas las personas que acudan a las instalaciones del organismo.
Cientos de personas de Coatzacoalcos externaron su molestia por el nuevo corte del abasto de agua potable y exigieron a las autoridades estatales y del municipio que se tomen acciones más concretas para resolver el problema.
Enojadas, cientos de personas fueron a buscar agua a norias y las instalaciones de la CMAS, puntualizando el gasto y la inversión de tiempo que dedican para tener el líquido en sus hogares.
Para la población es urgente que se concluya con la construcción de los pozos en el municipio, con lo cual puedan suministrar el servicio, sin depender de los conflictos que se puedan presentar en la sierra.
Otros más opinan que deben ser las autoridades federales, las que tienen que intervenir para resguardar la instalación como sucede con la boca toma y La Cangrejera.