Sergio Caballero
Proceso
CANCÚN, Q. Roo., (proceso.com.mx).- Con un saldo de decenas de mayas golpeados y detenidos, granaderos desalojaron violetamente a unas 150 personas que mantenían un bloqueo en el parque central de Felipe Carrillo Puerto, frente a las oficinas de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), en protesta por el incremento de tarifas y la colocación de medidores.
Tras la detención el pasado lunes de dos de sus dirigentes, Alfredo Esquivel y Cab y Teresita Brito Piña, los manifestantes, la mayoría integrantes del Consejo de Colonias Populares (Cocopo) de Felipe Carrillo Puerto, negociaron con las autoridades desalojar las oficinas de CAPA, ubicadas frente al parque principal.
Por la noche, una comisión de integrantes del Cocopo se reunió con el presidente municipal, Gabriel Tadeo Carballo, y aceptó los términos para despejar el acceso a las oficinas de CAPA, pero solicito la presencia de un notario, a fin de verificar que no había afectaciones a las instalaciones de la paraestatal, lo que fue aceptado por el edil.
Sin embargo, alrededor de las 23:00 horas, arribó la Subprocuradora de justicia de la Zona Centro, Blanca Imelda Ávila; el gerente local de CAPA, Fernando Serrano Trujillo, y el director de la Policía Municipal, Gerardo González, acompañados de granaderos.
Los funcionarios dieron un plazo de diez minutos a los manifestantes para desalojar el acceso de la paraestatal.
Los manifestantes se replegaron al parque, a unos metros de la sede de CAPA, y gritaron consignas contra el gobernador, Roberto Borge, y el alcalde.
De repente, un sujeto vestido de rojo que los manifestantes identificaron como un infiltrado de la policía, insultó a los granaderos y empujó a uno de ellos, lo que provocó un conato de enfrentamiento.
Como resultado de este enfrentamiento, fueron arrestados el sujeto de la playera rioja y uno de los integrantes del Cocopo.
Los granaderos comenzaron a replegarse en el Palacio Municipal, pero cuando se encontraban a unos metros del inmueble, regresaron para arremeter contra los manifestantes.
Los granaderos golearon y detuvieron sin distinción a mujeres y menores, incluso a personas que no formaban parte de la manifestación, entre ellos Julkín Chablé, hijo del exregidor y promotor cultural Carlos Chablé.
Parcialmente, los policías se abalanzaron contra las personas que tomaban fotografías y videos a través de su celular.
“Había una consigna por detener a los que grababan en su celular”, dijo Carlos Chablé.
Hasta esta mañana, las autoridades locales no habían precisado el número de personas detenidas. Según los afectados, fueron detenidas unas 40 personas.
El dirigente municipal del Movimiento de Regeneración Nacional, José Luis María Chacón Chablé, afirmó que no había motivo para que la represión, pues ya había un acuerdo.
“Todo estaba planeado para reprimir a la gente”, denunció.