Redacción Proceso
MEXICO, D.F. (apro).- El presidente del Consejo Nacional del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, descartó sumar su consulta ciudadana sobre la reforma energética con la del PRD, petición que plantearon personalidades e intelectuales en una carta.
Un grupo de más de 200 personalidades de distintos ámbitos, entre ellos Juan Villoro, Elena Poniatowska, Daniel Giménez Cacho y John Ackerman, sugirieron unificar en un solo documento las iniciativas de consulta popular sobre la reforma energética.
En respuesta, el político tabasqueño aclaró que aunque respeta a las personalidades que hacen la petición, la desconfianza es hacia la dirigencia del PRD, que encabeza Jesús Zambrano.
De gira en el Estado de México, el también exjefe de gobierno capitalino argumentó: “Respeto mucho a ellos, son intelectuales con dimensión social, gente muy honesta, muy buena, nada más que nosotros no le tenemos confianza a los dirigentes del PRD y no queremos poner en riesgo la celebración de la consulta”.
López Obrador recordó que los líderes perredistas “negociaron con Peña Nieto el Pacto por México, firmaron el Pacto por México y le dieron entrada a Peña Nieto para llevar a cabo las reformas antipopulares y entreguistas, y no queremos ser traicionados, no les tenemos confianza a los dirigentes del PRD”.
Más aún, advirtió que no irán con el partido que encabeza Zambrano Grijalva, integrante de Los Chuchos y de la corriente perredistas Nueva Izquierda (NI), en la consulta ciudadana, pues para Morena la actividad que realiza el PRD “es una simulación”.
“Por eso vamos a entregar nuestras firmas, vamos a reunir los 2 millones de firmas y vamos a solicitar que haga la consulta”, acotó el dos veces excandidato presidencial.
También exteriorizó su desconfianza hacia los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el fallo que darán en torno a la procedencia de la consulta popular.
“No, a la Suprema Corte no le tenemos confianza porque son empleados del Ejecutivo, pero ni modo que venga un golpe de Estado, porque si niegan el derecho del pueblo a la consulta, es violar flagrantemente la Constitución y acabar con el estado de derecho”, alertó.
Por último, dijo que los mexicanos conocen las implicaciones negativas de la reforma energética, razón por la que el gobierno peñista emprendió una campaña mediática para propalar las supuestas bondades de la entrega de los recursos nacionales a las trasnacionales del sector.