Redacción Proceso
MÉXICO, D.F., (apro).- El derrame de crudo generado en Nuevo León por una toma clandestina en la línea 2 del oleoducto Madero-Cadereyta, en el municipio de González, quedó finamente controlado.
Así lo informó esta mañana la representante regional de Comunicación Social de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el distrito de Tampico, Susana Lozano Ferral.
De acuerdo con la funcionaria, técnicos especializados de Pemex Refinación de Madero controlaron el derrame de crudo e inhabilitaron la toma clandestina y suspendieron la operación del ducto para proceder a su reparación.
Sobre los hechos, precisó que el área jurídica de la paraestatal presentó la denuncia respectiva ante el Ministerio Público federal para que efectúe las averiguaciones correspondientes y deslinde responsabilidades.
Lozano Ferral refirió que la combinación de esfuerzos internos guiados por el programa integral de combate al mercado ilícito y la coordinación con otras dependencias federales para proteger la red nacional de ductos y las instalaciones ha permitido a Pemex detectar de forma oportuna este tipo de acciones ilícitas.
Asimismo, exhortó a la comunidad en general a denunciar ese tipo de hechos ilegales a través de una línea telefónica en la que no se tiene que proporcionar la identidad.
Ayer, el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Víctor Jaime Cabrera Lozano, calificó de “grave” el derrame de petróleo crudo sobre el río San Juan, ocasionado por una toma clandestina en Cadereyta.
No obstante, señaló que Pemex impidió que el hidrocarburo escurriera hacia el oriente, por lo que no hay peligro de que el fluido llegue hasta la Presa el Cuchillo, en el municipio de China, a 50 kilómetros del sitio de la contingencia ecológica.
“Podemos calificar (el derrame) como muy importante. Sí es grave, porque hay que tomar en consideración que es un afluente de agua y en caso de desbordarse llegaría a la presa, aunque en este momento no estamos hablando de eso, porque está contenida”, apuntó.
En una entrevista a la televisión local, Cabrera Lozano manifestó que el derrame ha provocado afectaciones a lo largo de 6.5 kilómetros del río San Juan, y otros 11.5 kilómetros de acequia.
Y llamó a la población a abstenerse de utilizar para consumo humano y para el riego las aguas del tramo afectado.
“Tengo entendido que la acequia lleva agua tratada para algunos cultivos y obviamente no se va a poder usar en estos momentos. La afectación se dio también en el tramo del río, que afortunadamente no fue mayor por la rápida reacción de petróleos mexicanos”, dijo