Evlyn Cervantes
Reforma
Cd. de México (30 agosto 2014).- En lo que va del «sexenio», la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha registrado 32 derrames de tóxicos en cuerpos de agua federales.
Cuatro de ellos corresponden a fallas por mantenimiento en presas de jales de empresas mineras, y el resto son por fugas de hidrocarburos, cianuro y queroseno, informó David Korenfeld, titular de la dependencia.
Ejemplo de contingencias ambientales vinculadas a mineras son el colapso de la laguna de oxidación en la mina de San José de Bacis, Durango, en enero de 2013, que provocó la muerte de tres personas, mientras que más de 130 kilómetros del río Los Remedios resultaron contaminados.
En agosto de ese año, un pipa que transportaba 3 mil litros de cianuro de sodio volcó sobre la carretera Hermosillo-Yécora, en Sonora, y los residuos alcanzaron el río Yaqui.
Los casos más recientes ocurrieron este mes, cuando el 6 de agosto se derramaron 40 mil metros cúbicos de solución de cobre de la mina Buenavista de Cobre, que contaminaron los ríos Sonora y Banamuchi.
El día 14 se reportó la fuga de 2 mil metros cúbicos de solución cianurada de la presa de jales de la empresa Proyecto Magistral, ubicada en el Municipio de El Oro, Durango.
La sustancia tóxica llegó al arroyo La Cruz.
La mayoría de los derrames de hidrocarburos atendidos por la Conagua ocurrieron en Veracruz, Campeche, Tabasco, Tlaxcala, Nuevo León, Jalisco, Sinaloa, Morelos, Puebla, Oaxaca y Sonora.
De acuerdo con el titular de la Conagua, en todos los casos se aplicó el protocolo de atención a emergencias, que contempla la prohibición de tomar agua del río y el cierre de pozos.
Además, se ordenaron procedimientos administrativos en contra de los responsables, que incluyen la obligación para la empresa de realizar un monitoreo de la calidad del agua dentro del cauce durante cinco años.
«Cuando se habla de cuerpos muy grandes de agua, a partir de esta administración estamos imponiendo como sanción, dentro del procedimiento administrativo, que, para que no quede terminada, podamos tener monitoreo de las aguas por cinco años», dijo en entrevista.
Korenfeld consideró que, más allá de cuántas minas se localizan cerca de cauces de ríos, se debe revisar cuáles son los estándares de seguridad ambiental con los que están cumplimiento.
«Tuvimos hace unos meses el derrame de cianuro y tuvimos que hacer el mismo protocolo, el cierre del río. También pedimos que no hubiera suministro por cierto tiempo (de agua).
Nuestros protocolos tienen reglas muy claras de qué tiene que hacer cada quien y lo que le toca a la Conagua lo hacemos al pie de la letra», aseguró.
