Redacción EE
En julio de este año, los recursos que entraron al país por concepto de remesas ascendieron a 1,995.65 millones de dólares, con un crecimiento de 8.4% respecto a igual mes de 2013, con lo que suma 12 meses con alzas a tasa anual, según datos del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con las series estadísticas actualizadas del instituto central, de enero a julio de 2014 las remesas familiares sumaron 13,621.41 millones de dólares, monto superior en 7.5% respecto al mismo periodo del año pasado.
El incremento anual de las remesas en julio pasado, de 8.4%, fue superior al de 6.4% previsto por el consenso del mercado para dicho mes, y también estuvo por arriba del aumento de 4.8% anual en junio pasado.
Analistas económicos consideraron que la mejora en el empleo en Estados Unidos permite una recuperación de los envíos que realizan los trabajadores migratorios a sus familias a México.
En su comparación mensual, el Banxico reporta que en julio de este año, el monto de las remesas familiares que envían al país los mexicanos en el exterior (1,995.65 millones de dólares) bajaron 2.3% respecto a junio (2,043.28 millones de dólares).
Detalla que en julio pasado, el número de operaciones fue de seis millones 777,093, con un aumento de 8.4% respecto a igual mes de 2013, pero bajaron 1.1% con relación a junio previo.
En tanto, añade, el monto promedio por remesas en julio fue de 294.43 dólares, con un marginal descenso de 0.01% respecto al mismo mes de 2013, y también inferior en 1.24% con relación a un mes antes.
Precisa que de enero a julio de 2014, el número de operaciones de remesas fue de 46.26 millones, mayor en 7.8% respecto a igual lapso del año pasado, cuando sumaron 42.91 millones de operaciones.
A su vez, el monto promedio por remesa en los primeros siete meses de este año fue de 294.47 dólares, ligeramente menor en 0.27% con relación a los 295.26 dólares en el periodo de referencia, agrega.
En el 2013, las remesas a México alcanzaron casi 22,000 millones de dólares. Unos 11 millones de mexicanos viven en Estados Unidos y gran parte de ellos trabaja en el inestable sector de la construcción.