Y SIGUE LA MATA DANDO: Violan debido proceso a presunto cómplice de asesinato de niña Karime en Veracruz

Sayda Chiñas Córdova
La Jornada

Coatzacoalcos, Ver.- La detención y proceso de José Armando Salinas Linares, uno de los presuntos participantes en el secuestro de la niña Karime Cruz Reyes y su tía Mónica Reyes Baruch, mantiene varias irregularidades. El taxista estuvo desaparecido por elementos de la Policía Ministerial por 10 días, violando todos sus derechos, afirmó Enrique Rentería Zavaleta, su abogado defensor.

En la investigación también se presenta una declaración de Miguel Alberto Lemarroy Gutiérrez, El Charro, quien asume su responsabilidad en el caso, pero actualmente se encuentra prófugo de la justicia.

El abogado Rentería Zavaleta, que trabajó en la defensa de los electricistas acusados del asesinato del pastor Claudio Martínez, llevará el caso de José Armando Salinas Linares, alias El Gordo.

Manifestó que su defendido fue detenido desde el día 26 agosto a las 10 de la mañana y presentado ante la Agencia del Ministerio Público hasta las 10 de la noche y después estuvo 11 días desaparecido.

Un día después de la desaparición, los familiares presentaron una denuncia ante la agencia segunda del Ministerio Público Investigador, a cargo del agente ministerial César James Asencio, que correspondió al número 622/2014.

Después interpusieron un recurso de amparo, el día jueves 28 de agosto, y se les concedió con el número 842/2014, del juzgado cuarto del distrito en esta ciudad de Coatzacoalcos, en él se solicitaba a la autoridad ministerial que liberaran a Salinas Linares, ya que hasta ese entonces no existía orden de aprehensión en su contra, no obstante fue presentado en calidad de detenido hasta el día 7 de septiembre.

Salinas Linares aceptó ser copartícipe del secuestro, fungiendo como vigilante de la casa de seguridad donde estaban las víctimas pero se asentó que no participó en el plagio.

El abogado refirió que el expediente y los exámenes post mortem de las víctimas no coinciden, además de que el detenido ingresó a los separos del Centro de Readaptación Social con severas señas de tortura, como una cortada suturada de ocho centímetros en el cuello y diferentes lesiones en el cuerpo.

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