Sergio Caballero
Proceso
CANCÚN, Q. Roo, (apro).- Abandonada por más de una década, el gobierno de Roberto Borge decidió finalmente rescatar la monumental escultura de Sebastián, conocida popularmente como “Mestizaje”, que se encuentra ubicada en el bulevar Bahía de Chetumal.
La monumental escultura de Sebastián, conocida popularmente como “Mestizaje”. Foto: Especial
En su momento, la obra promovida por el entonces mandatario estatal, Joaquín Hendricks, enfrentó el repudio de los chetumaleños, a pesar de que el funcionario la vendió como un atractivo turístico para la ciudad.
Con Hendricks inició la obra que luego retomó su sucesor, Félix González Canto, pero por diferentes razones este último decidió abandonarlo.
La obra, que se encuentra en un islote artificial en la bahía, incluía originalmente un museo y un planetario, además de comercios y un restaurante.
La escultura de Sebastián, que tiene la forma de una equis unida en sus puntas superiores por una línea curva, sí se concluyó, y también el puente del bulevar que va al islote artificial, pero el resto del plan quedó prácticamente en obra negra.
De ser un proyecto cultural y turístico, “Mestizaje” se convirtió en un ícono del derroche y la corrupción: en cada elección el tema de la megaescultura es usado por la oposición para criticar a los gobiernos estatales priistas.
Incluso en una sus recientes giras por el estado, el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador se tomó una foto al pie de la escultura y la subió a su cuenta de Twitter, acompañada del siguiente texto: “En Chetumal, antes de la asamblea, visité un monumento faraónico inconcluso que simboliza la corrupción priista”.
Días después, en su mensaje en el Centro de Internacional de Negocios y Convenciones de Chetumal, con motivo de su tercer informe de gobierno, Roberto Borge Angulo anunció el rescate de la obra.
“Informo a todos los chetumaleños y a todo Quintana Roo mi decisión de concluir la construcción de la megaescultura del bulevar de Chetumal para convertirla en el museo de la Bahía de Chetumal, nuestra orgullosa capital de todos los quintanarroenses”, dijo.
El mandatario estatal también anunció otras obras para la capital del estado, como el rescate de la avenida Héroes, que tuvo su esplendor cuando la ciudad tenía como principal actividad económica el comercio de importación.
Una de las principales críticas a la escultura de Sebastián fue la del exdiputado local panista Mario Rivero, quien incluso promovió la cancelación de las partidas presupuestales para el proyecto.
De acuerdo con Rivero, en los sexenios de Hendricks Díaz y González Canto el gobierno estatal invirtió alrededor de 160 millones de pesos para la obra.
“Al inicio, con Joaquín Hendricks, la romera inversión fue de 40 millones de pesos, y luego le metieron como 120 millones de pesos”, precisó, pero admitió que por acuerdo de la XI Legislatura se determinó suspender la obra.
Sobre las declaraciones que hizo Borge Angulo el día de su informe, el empresario y actual regidor del PAN, José Hadad, manifestó que es un despropósito rescatar la mega escultura.
“No le gusta la idea la gente. Si con esto quieren rescatar a Chetumal, es la estrategia equivocada”, dijo.
Además, recordó que el exgobernador González Canto cedió la obra a un patronato que encabezaba la entonces presidenta de la Asociación de Hoteles de Chetumal, Doris Mingüer, y ese grupo abandonó la idea de rescatar el proyecto debido a su alto costo y porque no necesariamente implicaba la atracción de más turistas a la capital del estado.
Hadad señalo que si bien el gobernador no precisó la inversión para rescatar la mega escultura, ha trascendido –dijo– que se requerirían por lo menos unos 200 millones de pesos.
El panista advirtió que no sólo se trata de invertir en la construcción del museo que anunció Borge, sino que también será necesario aplicar una fuerte cantidad de recursos para restaurar la escultura, con afectaciones de corrosión causada por el salitre de la bahía de Chetumal.
“Y habrá que ver cuánto querrá el autor, que le vio la cara a Joaquín Hendricks”, agregó.
Si lo que realmente se quiere es rescatar Chetumal, entonces debe mejorarse la infraestructura carretera que une a esa ciudad con diferentes sitios de interés turístico del sur estado, subrayó.
Hadad insistió que no tiene sentido rescatar la mega escultura y que es mejor desmontarla, pues mientras continúe ahí, agregó, será una tentación por los gobiernos priistas de la entidad.
“No tiene sentido que siga ahí, como un monumento a la vergüenza y la corrupción”, remató.
Por separado, el exregidor perredista Alejandro Castillo, que desde los sexenios de Hendricks y González Canto mantuvo un intenso activismo contra la mega escultura, lanzó. “Nosotros dijimos que iba a ser un elefante blanco y finalmente ahí está”.
Acusó que la monumental obra solo tuvo como finalidad satisfacer, primero, el ego de Hendricks, y luego el de González Canto, para tratar de pasar “a la inmortalidad”.
“Esta obra fue un capricho, no se tomó en cuenta a los ciudadanos, y eso es un derecho en una ciudad, en un municipio con tantas carencias”, sostuvo el exconcejal del municipio de Othón P. Blanco (Chetumal).
La obra es un error, pero también lo sería desmantelarla, aunque tampoco hay interés de los empresarios para rescatarla y convertirla en un atractivo para Chetumal, dijo.
Por ello, Castillo sugirió hacer una consulta para que los chetumaleños “decidan el rumbo”.