CLAUDIO VARGAS
La Jornada
Más de 10 mil personas asistieron al segundo informe de gobierno del presidente municipal Luis Walton Aburto, acto vestido con música del grupo musical La Luz Roja de San Marcos y reparto de tortas de jamón y tamales.
En medio de la multitud, la protesta de un contingente de policías obligó al personal de seguridad del Centro Internacional Acapulco (CIA) a cerrar las dos puertas principales del inmueble y en la desesperación por entrar al lugar, la gente rompió el cerco de alambre y por debajo del mismo ingresó al salón Teotihuacán donde se celebraba el informe de gobierno.
Decenas de personas, desesperadas por entrar al informe, forzaron el cerco de alambre y se colaron, pues las puertas estaban cerradas para impedir la entrada a los policías municipales que protestaban fuera del recinto. En las gráficas superiores, el «gobernador» Ángel Aguirre escucha y luego felicita al munícipe. FOTOS: JAVIER VERDÍN Y CLAUDIO VARGAS
El subsecretario de Asuntos Políticos, Religiosos y Sociales del gobierno municipal, Delfino Hernández Ortega, acompañado del grupo musical Chile Frito y porristas, intentó eclipsar la protesta de policías.
Desde las 8 de la mañana, empezaron a llegar decenas de camiones urbanos de las diferentes rutas alimentadoras del municipio, la fila era interminable en la Costera, la gran cantidad de gente que bajó de los vehículos se formó en el otro extremo del CIA para con boleto en mano, recibir una bolsa con una torta de jamón y un jugo, minutos antes de entrar al recinto.
Adentro la fila de quienes se habían formado para entrar al salón Teotihuacán era de al menos 50 metros de largo. Antes de que empezara el informe, en uno de los andadores del CIA se colocó una tarima donde integrantes de La Luz Roja de San Marcos, vestidos de rosa, se preparaban para amenizar al término del acto.
A medio programa, un centenar de personas abandonó el salón para formarse en la entrada principal del teatro Juan Ruiz de Alarcón, donde ya había tres mesas listas para la repartición de tamales rojos y refrescos a quienes de plano ya no soportaban el hambre y salieron a mitigarla, para luego regresar al informe.
Tan pronto como terminó el evento, un grupo pequeño de mujeres acompañadas de sus esposos y amigos, sacó fuerzas para bailar una que otra pieza del grupo musical que sin más tocaba pieza tras pieza hasta que la gente se alejó del lugar.
En las afueras del CIA había una triple fila de transportistas que también hicieron acto de presencia. En el interior del recinto, los representantes de la 27 zona militar y de la Octava Zona Naval también estuvieron presentes en el informe que duró casi cuatro horas.
