El promedio regional llega a 92.2%, revela análisis de la Cepal.
Susana González
La Jornada
México presenta uno de los porcentajes más bajos en América Latina de pequeñas empresas que tienen cuentas bancarias: apenas 58.6 por ciento, frente a un promedio regional de 92.9 por ciento, revela una investigación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Asevera que se trata de una “sub-bancarización, de las más severas en América Latina, y sin duda, muy intrigante dada la dimensión y sofisticación de la economía de México”, porque una empresa sin cuenta bancaria no recibe crédito de los bancos.
“Aunque es difícil imaginar en pleno siglo XXI una empresa operando sin cuentas en el banco, el caso mexicano plantea una excepción que amerita análisis… Ya desde 2006 México era un punto discordante. Probablemente la decisión de no llevar cuentas en los bancos a nombre de la empresa tenga que ver con ciertas modalidades de operación con componentes informales, que podrían ser más comunes en México que en otros países: la contratación de personal fuera del marco de la seguridad social, ventas a clientes y compras a proveedores sin facturación, contrabando, evasión fiscal, etc., podrían subyacer a la decisión de no aparecer como cuentahabientes”, indica el estudio a cargo de Ramón Lecuona Valenzuela, consultor de la división de financiamento de Cepal, realizado a partir de estadísticas del Banco Mundial sobre pequeñas y medianas empresas.
Cualesquiera que sean las razones para que las empresas no se vinculen como cuentahabientes de los bancos, ello determina ineludiblemente el acceso al crédito formal, abunda, pues apenas una de cuatro pequeñas empresas mexicanas (que tienen de cinco a 19 empleados) tienen financiamiento bancario, lo que representa una de las participaciones más bajas entre los países de América Latina y en las naciones en desarrollo.
“El 47.6 por ciento de las empresas de la región (sin importar su tamaño), contaba con crédito institucional; en Colombia la proporción era de 57.2 por ciento y en Costa Rica de 56.8 por ciento, mientras en México apenas llegaba a 32 por ciento”, puntualiza el estudio difundido por la Cepal y publicado esta semana.
Por tamaño, los porcentajes de financiamiento bancario oscilan entre 41 y 50 por ciento entre las pequeñas firmas de Costa Rica y Colombia, y de 71 y 64 por ciento en las medianas (tienen de 20 a 99 empleados), pero “en México apenas una de cada cuatro pequeñas empresas tenía financiamiento bancario y sólo una de cada tres medianas. Estas participaciones eran de las más bajas”.
Mientras en la región 47.6 por ciento de las empresas tienen líneas de crédito, en el caso de México sólo lo tienen 32 por ciento, pero por tamaño 26.8 por ciento de las pequeñas empresas y 36.7 por ciento de las medianas cuentan con él, cifras menores al 56.8 a 57.2 por ciento de las empresas de Colombia y Costa Rica, y de 41.2 a 50.6 por ciento en el caso de las más pequeñas.