La concentración de estudiantes de ayer ha sido una de las más grandes desde 1971… y todo para acabar legitimando al chino

Benito Jiménez
Reforma

Cd. de México (01 octubre 2014).- «Jefe, sí está cabrón, ¡son un chingo!», reportó, nervioso, un agente de la Secretaría de Gobernación a su mando, por teléfono celular.

Eran las 12:45 horas y la fuerza estudiantil del Instituto Politécnico Nacional (IPN) ya era notoria en el Casco de Santo Tomás, donde se ubica la Unidad Profesional «Lázaro Cárdenas».

«Huéeelum, huéeelum», corearon los alumnos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), de la Escuela Superior de Economía (ESE) y de Comercio y Administración (ESCA), para calentar motores previo a su trayecto hacia Gobernación.

Funcionarios federales, llamados en distintas movilizaciones como «orejas» arribaron desde las 11:00 horas para medir el pulso de la protesta.

Para las 13:00 horas ya era notoria la magnitud del contingente inconforme con el nuevo reglamento interno de la casa de estudios y los cambios en los programas y planes de estudio.

«No tengo un estimado. Llegan de todos lados, ni cómo calcular», argumentó el agente, vestido con pantalón de mezclilla, camisa blanca y chaleco. Ya estaba en la mira de algunos estudiantes.

«Andan varios policías con chalecos beige que nos andan tomando fotos y videos. A esos hay que decirles que se vayan hasta atrás, o que se vayan, corran la voz», exhortó un estudiante de la Escuela Superior de Medicina (ESM) a sus compañeros.

El sudoroso oficial se escabulló entre los puestos ambulantes y sus compañeros se colocaron a la vanguardia de la marcha, con bufandas del Poli.

De acuerdo con autoridades del Gobierno del DF, en la movilización participaron más de 30 mil estudiantes, apoyados por alumnos de la UNAM, UAM y UACM, así como padres de familia.

«No se vale, quieren que mi hijo sea un jornalero, ¿para eso los cambios al reglamento? Mejor que de una vez se vayan los muchachos de albañiles», reclamó la señora Alma Sánchez, de 46 años, cuyo hijo estudia en el Cecyt 7.

En su marcha, los estudiantes tomaron de manera sorpresiva los carriles centrales del Circuito Interior.

«Valió madre, se metieron al Circuito, ya todos van por el Circuito», gritó un Policía de Tránsito por radio. Y es que la idea era que se fueran por la lateral.

Desde 1971, los estudiantes del Politécnico no salían a las calles de manera masiva.

El 10 de junio de ese año lo hicieron en apoyo a la Universidad de Nuevo León, amenazada en ese entonces en su autonomía.

Los llamados «halcones», brazo represor del Gobierno federal en turno, los bloqueó en las calles de Carpio y Avenida de los Meseros, por donde los manifestantes iban a salir para tomar la Calzada México-Tacuba. Ayer, sólo fueron monitoreados.

A su llegada a Bucareli, los jóvenes presumieron que durante el trayecto no se registró ningún incidente violento.

La fuerza de la manifestación obligó al Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, a dialogar con los miles de jóvenes congregados frente a inmueble gubernamental, custodiado por la Policía Federal.

Los estudiantes comprometieron al funcionario a que dé respuesta a sus demandas en tres días.

«Esto no hubiera pasado si desde un principio nos hubieran escuchado», gritó un joven ante Osorio.

Luego de media hora de diálogo, los alumnos del IPN llamaron a continuar con sus asambleas y el paro indefinido en lo que reciben una respuesta del Gobierno federal a su pliego petitorio.

Ven en diálogo la ‘diferencia’

[PAPARRUCHAS A CONTINUACIÓN]

El diálogo que abrió ayer con los estudiantes politécnicos el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, marca la diferencia de lo que ocurrió en el 68, aseguró Félix Hernández Gamundi, ex líder estudiantil.

Hace 46 años, refirió en entrevista, los jóvenes pedíamos solución a las demandas, pero «nunca tuvimos diálogo».

Ahora, confió, esperamos que no sea sólo un acto mediático.

«Esperaría que signifique que realmente estén en aptitud de atender, y sobre todo, resolver las demandas, y que no sea una cuestión mediática», dijo.

«Espero que eso signifique ir al fondo del problema, que es atender las demandas de los estudiantes».

El ex estudiante del Escuela Superior de Ingeniería Mecánica (ESIME) aseguró que el conflicto que vive el Instituto Politécnico Nacional obedece a la falta de democracia interna.

«El Politécnico vive en una situación lamentable, policiaca. Un estudiante de la ESIA (Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura) no puede entrar al edificio del ESIME porque los policías se lo prohíben», externó.

Los egresados del IPN, destacó, no pueden entrar a las instalaciones si no es con una invitación previa.

«Las instalaciones del Politécnico no son de libre tránsito», expresó.

Según Hernández, esa falta de libertad se refleja en la forma en que se toman decisiones al interior de la institución.

El Consejo General Consultivo, refirió, está compuesto por los directores de las escuelas, que fueron puestos por el o la directora en turno del IPN; los representantes estudiantiles son electos por ser los mejores promedios, pero no porque representen a la comunidad estudiantil.

El nuevo reglamento interno, estimó, sólo busca reforzar el control al interior del IPN.

Para el ex líder estudiantil del 68, lo que se requiere ahora, después del diálogo con Osorio Chong, es establecer una mesa de negociación para dar respuesta a las demandas.

Otra salida, indicó, es realizar un congreso politécnico para democratizar el gobierno interno de la institución.

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