Patricia Mayorga
Proceso
CHIHUAHUA, Chih. (proceso.com.mx).- Iván Leonel Badillo López sobrevivió junto con sus padres, esposa e hijo al accidente de una camioneta monstruo que los arrolló durante el festival Aeroshow realizado el 5 de octubre de 2013.
A un año de la tragedia, Iván Leonel murió de manera instantánea la madrugada del sábado en un accidente en esta ciudad.
El joven ciclista de 25 años circulaba en su camioneta Volkswagen modelo 1982, tipo combi, sobre una calle de la colonia Primero de Mayo cuando se volcó sobre una de las calles de la colonia Primero de Mayo, chocó y derribó una barda.
Badillo López recibió un fuerte golpe que le destrozó la cabeza.
De acuerdo con los primeros reportes, el accidente ocurrió a las 2 de la mañana.
El 5 de octubre de 2013, Iván Leonel Badillo acudió al evento Demolition Show del festival Aeroshow junto con su esposa Leticia Carrillo, su padre Gonzalo Badillo Márquez, su madre y su hijo de dos años, Iván Gonzalo.
Todos fueron internados porque resultaron con diferentes fracturas, pero quien resultó con el mayor daño fue el niño, quien recibió un golpe en la cabeza que requirió operación.
Luego de 12 días en el hospital, el menor fue dado de alta y se recuperó de manera exitosa.
El resto de los integrantes de la familia abandonaron el hospital en diferentes días. La última fue la abuela del pequeño.
La familia Badillo llegó hace 15 años a Chihuahua y el día de la tragedia todos acudieron al espectáculo.
Durante un año, Iván Leonel se sumó a la defensa de los derechos de las víctimas del Aeroshow para exigir que el municipio de Chihuahua pagara la indemnización a los afectados y se hiciera justicia.
En su primera declaración ante el Ministerio Público, el joven dijo que él vio cuando el conductor de la troca monstruo, Francisco Velázquez Samaniego, hizo señas para que se quitara la gente del área sobre la que saltaría, antes de perder el sentido.
Relató que cuando vio que la troca monstruo se dirigía hacia ellos, se quedó quieto porque si se movía, lo habría aplastado alguna de las llantas. Él sufrió una fractura maxilofacial de la que se recuperaba favorablemente.
Su hijo se encontraba sobre los hombros de la abuela cuando ambos fueron arrollados entre el pánico de la multitud. La camioneta no les pegó directamente, pero la cabeza del niño y el hombro de la mujer se estrellaron contra el suelo.
Luego de un año en el que recuperaron sus vidas –Iván Leonel era ciclista y aficionado a las “combis”–, esta nueva tragedia enlutó a la familia con la muerte del joven.