Y seguirán… o dirán que no son para seguir ganando tiempo y «que se olvide», con eso de que el mexicano casi no es desmemoriado.
LUCIANO TAPIA
La Jornada
Ciudad de México, 22 de octubre. El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, afirmó que se cuenta con 30 restos humanos hallados en varias fosas clandestinas en Iguala, y no se ha podido determinar si corresponden a los normalistas secuestrados y desaparecidos.
Dijo también que el alcalde de ese municipio, José Luis Abarca Velázquez, pagaba de manera regular 3 millones de pesos a los integrantes de Guerreros Unidos, de los que su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, era la operadora.
En conferencia de prensa, el titular de la PGR aclaró que se espera los resultados de los estudios de medicina forense de los antropólogos argentinos para determinar si los restos hallados corresponden a los estudiantes desaparecidos; se está trabajando en ello, afirmó.
Al hablar sobre el dinero que el alcalde entregaba a la organización criminal, dijo que 3 millones iban directo a Guerreros Unidos y 600 mil pesos en efectivo eran destinados al pago a policías cómplices relacionados con la organización delictiva, otro de cuyos operadores era el secretario de Seguridad, Felipe Flores Velázquez, todos vinculados con los Beltrán Leyva, que utilizaba a los sicarios de Guerreros Unidos, cuyo líder, Sidronio Casarrubias Salgado, ya fue detenido.
En Iguala, dijo el procurador, había una extensa complicidad entre Guerreros Unidos y la policía local, además de la policía del municipio de Cocula y posiblemente los de Ixtapan de la Sal, en el Estado de México, que ya son investigados también.