María Eugenia Alvarado
Vanguardia
Saltillo, Coahuila.- A cuatro años de que Fuerzas Unidas por los Desaparecidos en Coahuila (Fuundec)comenzó a hacer presión a la autoridad estatal y entablar mesas de diálogo, los resultados no se ven todavía.
Blanca Martínez Bustos, titular del Centro Diocesano de Derechos Humanos Fray Juan de Larios, dijo que la autoridad carece de estrategias de búsqueda y las investigaciones que realizan son de escritorio.
“En términos de eficacia a la grave problemática, no hay, no hay líneas claras de investigación, no hay líneas de búsqueda. Su búsqueda es de escritorio, se mandan oficios y oficios”, dijo.
Martínez recordó que desde el 2010 empezaron a acercarse a la autoridad para ejercer presión, entonces era gobernador Humberto Moreira Valdés, posteriormente siguieron los diálogos con Jorge Torres y finalmente con Rubén Moreira Valdez, en todos los casos los resultados han sido nulos.
“Creemos que si no se estuviera por lo menos encima ,ni lo poco que hacen, harían”, aseguró.
Martínez lamentó que la única hipótesis que las autoridades, de todos los niveles de gobierno, manejan ante las familias de los desaparecidos, sea que sus parientes están muertos y que no hay nada más que buscar.
“Falta mucho, no hay una estrategia clara de búsqueda, no hay condiciones. La hipótesis de… no es solo del Gobierno del Estado, sino que es parte más como una política nacional, esto lo hemos visto con otros movimientos de desaparecidos en el país”, indicó.
Fuundec empezó con un grupo de 21 personas desparecidas en cuatro eventos o situaciones, ahora van 340 en 146 eventos, y los únicos que han sido ubicados son siete personas.
“De los localizados fue porque a dos menores los dejaron los captores, una persona más fue localizada muerta y una fue encontrada en el psiquiátrico, así que quedó dentro de la clasificación de extraviados, y dos jóvenes más, pero todos fueron ubicados por situaciones que no se derivaron de una búsqueda o investigación formal, sino por circunstancias”, explicó.
En el caso de Ayotzinapa, Guerrero, dice que se está simulándola la búsqueda y eso es una falta de respeto a las familias de los normalistas desaparecidos, sobre todo porque se da información que no es verificada, lo que se vuelve una tortura para los familires.