Noé Zavaleta
Proceso
XALAPA, Ver. (proceso.com.mx).- Cándido Morales Andrade, exalcalde perredista de Acultzingo –uno de los municipios donde Los Zetas tenían un enorme centro de adiestramiento– apareció ejecutado y flotando en el río Blanco, el fin de semana pasado.
El exalcalde de Acultzingo, Veracruz, Cándido Morales Andrade. Foto: Especial
Apenas anoche pudo ser identificado por sus familiares.
Morales Andrade presentaba un impacto de bala en el pecho y en la pierna, además –dijeron peritos forenses de la Procuraduría de Justicia– señas evidentes de que había sido sometido a tortura.
El exedil perredista fue reportado como desaparecido desde el 4 de octubre pasado; se desconocen las causas de cómo cayó en manos de la delincuencia organizada.
Su cuerpo fue encontrado flotando en el río Blanco, cerca de una central eléctrica de la CFE.
Peritos forenses confirmaron que el occiso fue reclamado e identificado por su familia, que desde el viernes le están dando servicios funerarios.
Los restos del exedil, que militaba en el Partido de la Revolución Democrática, fueron encontrados el domingo pasado en avanzado estado de putrefacción, en el caudal del río Blanco, en el municipio de Orizaba.
El 14 de octubre pasado Apro dio a conocer que en las cumbres de Acultzingo fue desmantelado un narco rancho el 1 de septiembre, en la carretera federal que conduce de Orizaba a Tehuacán, Puebla, con un saldo de tres personas abatidas y más de 30 detenidos.
Este sitio se encuentra en la congregación de Sierra de Agua, escondido entre frondosos árboles, viviendas rurales y tierras de cultivo de girasoles, entre otras plantas ornamentales.
En esa población no hay más de mil habitantes, 15% de los cuales sólo hablan el náhuatl. Este lugar era utilizado para adiestrar a jóvenes y policías que trabajaban para Los Zetas.