Armando Guzmán
Proceso
VILLAHERMOSA, Tab. (apro).- A siete años de la histórica inundación de 2007 que afectó a más de un millón de tabasqueños, la entidad sigue sumergida en la miseria, corrupción e impunidad de los responsables, denunció el Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab).
Al arrancar la campaña “Con el agua al cuello”, el organismo civil refirió que, desde aquella inundación que inició con torrenciales lluvias el 27 de octubre de 2007, el gobierno federal y estatal han invertido más de 20 mil millones de pesos en infraestructura contra las inundaciones, sin embargo, han terminado en grandes “elefantes blancos” y contratos millonarios para compañías vinculadas principalmente a funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
También denunció que los principales responsables de la tragedia y que debieron ser juzgados “por ese crimen”, fueron el expresidente Felipe Calderón y el entonces gobernador priista Andrés Granier Melo, así como los exdirectores de la Conagua y CFE, José Luis Luege Tamargo y Alfredo Díaz Ayub Moreno, respectivamente.
Asimismo, los exdelegados locales de la Conagua, Armando Padilla Herrera, Omar Celin Kamukai Pug y Jorge Octavio Mijangos Borja, por obras construidas posteriormente en la periferia de Villahermosa y que ahora inundan otros municipios colindantes.
“A estas personas se les debió fincar responsabilidades y estar hoy encarcelados”, manifestó Efraín Gutiérrez León, asesor jurídico del Codehutab.
Luego recordó que en 2010 el entonces senador Arturo Núñez Jiménez ayudó a damnificados a promover ante la CNDH una queja por la inundación de 2007, y en 20011 se emitió la recomendación 061 favorable para los afectados.
Además, recordó que en 2011 y durante la campaña por la gubernatura en 2012, Núñez Jiménez utilizó esta recomendación “como bandera política, y exigía a los gobiernos priistas y panistas “que la cumplieran porque era un crimen lo que estaban haciendo a los tabasqueños”.
Sin embargo, ahora que el perredista es gobernador “no escucha el clamor de las comunidades indígenas afectadas, pues le interesa más mantener una relación de amasiato y maridaje con el gobierno federal y no con el pueblo que lo llevó al poder”, acusó Gutiérrez León.
“Un gobernador que dobla las manos cuando la Federación determina demandar penalmente a sus indígenas, es incapaz de defender a su pueblo”, arremetió.
También manifestó que la recomendación 061/2011 sigue teniendo vigencia y no ha sido acatada en todos sus términos por el gobierno de Arturo Núñez.
“Sus funcionarios dicen que sí la aceptan, pero no la cumplen y no han hecho acciones tendientes a resarcir los daños causados desde el 2007 a la fecha”, remarcó.
Gutiérrez León lamentó que la CNDH no sea un aliado de los tabasqueños, pues hasta ahora no ha exigido que comparezcan ante el Senado Luege Tamargo, Andrés Granier Melo y ochoe exalcaldes para que expliquen por qué incumplieron con la recomendación 061/2011 para resarcir daños de los afectados.
“Sólo mandaron a llamar a Luege Tamargo, quien mofándose de los senadores dijo que lo de la CNDH era una resolución política y que no lo iban a cumplir. No citaron a comparecer al exgobernador Andrés Granier ni a los ocho expresidentes municipales”, acusó.
Además, indicó que la CNDH debió presentar denuncia ante la PGR por incumplimiento de la recomendación 061/2011, y no lo hizo porque esa institución “se ha convertido en un elefante blanco”.
Por ello, añadió el asesor jurídico del Codehutab, las comunidades indígenas afectadas interpusieron, el jueves 9, una queja ante el relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para los pueblos indígenas, “para que a nivel internacional el lamento de nuestros hermanos indígenas sea escuchado”.
Finalmente, Gutiérrez León reprochó que la mayor infraestructura de la Conagua se haya hecho para salvar de inundaciones a los tabasqueños “de primera” que viven en Villahermosa, en perjuicio de los tabasqueños “de segunda”, que ahora sistemáticamente, y a causa de esas obras, se inundan en los municipios de Nacajuca, Jalpa de Méndez, Cunduacán y Centla.