Andrea Becerril y Víctor Ballinas
La Jornada
México, DF. Los senadores que integran las seis comisiones dictaminadoras de la Ley sobre Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes están siendo objeto de presiones y hasta amenazas de organizaciones de corte religioso, a fin de que acepten las modificaciones a esa legislación que formularon los diputados.
Una de las más atacadas es la senadora del PRI, Diva Hadamira Gastelum, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, cuya foto circula en redes sociales, con la acusación de que insiste en “la perversión” de que se incorporen en esa ley los derechos sexuales de niños y adolescentes.
En ese mensaje que circuló desde ayer, la acusan de bloquear los cambios que formularon los diputados del PRI, PAN y Verde –quienes eliminaron la posibilidad de una educación sexual para los menores- y piden a los usuarios de redes sociales que le digan a la senadora Gastelum “que ella no tiene autoridad sobre tus hijos”.
Y no sólo eso. Hacen público el teléfono de la senadora, tanto el de su oficina como su celular y piden la intervención del coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, para que “haga entender” a Gastelum, que –brindarles educación sexual – “es una perversión para nuestros hijos y no lo permitiremos”.
En redes sociales hay las llamadas cadenas, en las que se pide a todos los padres de familia hablar al Senado y expresar su desacuerdo con esa ley que obligará a que haya educación sexual en las escuelas y les enseñarán a los niños “como se realiza un acto sexual, la masturbación y otras barbaridades”.
Organizaciones como Red Familia, Consejo Mexicano de la Familia ABP, Voz Pública entre otros, han cabildeado fuerte con senadores del PRI y el PAN y publicaron un desplegado en el que exigen que se elimine de la ley “el concepto de los mal llamados derechos sexuales y reproductivos” de los menores.
Un día antes, desde el pleno, el perredista Alejandro Encinas deploró que la Cámara de Diputados hubiera cedido a las presiones de los “grupos de ultraderecha” de los poderes fácticos para eliminar de esa ley los derechos sexuales de los menores.
Hizo notar que es lamentable esa campaña sucia contra una ley que sólo busca dar a los menores el derecho a información y educación sexual integral y servicios sobre salud sexual, a fin de que puedan tomar decisiones libres, voluntarias y responsables sobre su sexualidad.