Ernesto Sarabia
Reforma
Cd. de México (12 noviembre 2013).- Durante el tercer trimestre, la tasa de desocupación tuvo un incremento a 5.2 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), frente a 5.1 por ciento en el mismo periodo del año previo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indica que la población desocupada aumentó de 2 millones 668 mil 546 personas en el periodo julio-septiembre de 2012 a 2 millones 732 mil 601 en el lapso similar del año en curso, un aumento de 64 mil 55 personas.
Al estar condicionada a la búsqueda de empleo, la tasa de desocupación es más alta en las localidades grandes, en donde está más organizado el mercado de trabajo.
Es así que en las zonas más urbanizadas, con 100 mil o más habitantes, la tasa llegó a 5.9 por ciento, mientras que en las que tienen de 15 mil a menos de 100 mil habitantes alcanzó 6.0 por ciento, en las de 2 mil 500 a menos de 15 mil fue de 4.6 por ciento y en las rurales de menos de 2 mil 500 habitantes se estableció en 3.5 por ciento.
Según cifras desestacionalizadas, en el trimestre en cuestión la tasa de desocupación a nivel nacional descendió 0.12 puntos porcentuales respecto a la del trimestre inmediato anterior, o sea, 4.96 por ciento versus 5.08 por ciento.
En tanto, la subocupación y la informalidad disminuyeron.
La tasa de subocupación bajó en el tercer trimestre a 8.5 por ciento de la población ocupada, desde el 8.7 por ciento del mismo lapso de 2012, lo que implica que este universo de personas tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite se cifró en 4.2 millones.
Los resultados de la ENOE indican que, en el tercer trimestre, todas las modalidades de empleo informal sumaron 29.3 millones de personas, para una disminución de 1.5 por ciento respecto a igual periodo de 2012, de manera que la Tasa de Informalidad Laboral (TIL) representó 59.1 por ciento de la población ocupada.
La TIL se refiere a la suma, sin duplicar, de los que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo.
En esta tasa se incluye, además del componente que labora en micronegocios no registrados o sector informal, a otras modalidades análogas como los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas.
Por su parte, según datos desestacionalizados, la tasa de informalidad laboral aumentó 0.04 puntos porcentuales y la de ocupación en el sector informal creció 0.05 puntos porcentuales respecto a la del segundo trimestre de este año.