Silvia Garduño
Reforma
Cd. de México (16 noviembre 2014).- Desde el primer minuto de este domingo, Luis Raúl González Pérez, quien fuera abogado general de la UNAM, es el nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El pendiente más urgente que deberá atender el funcionario es la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
Raúl Plascencia, ahora ex ombudsman, sólo emitió medidas cautelares por el caso y no dio avances sobre la indagatoria.
González también tendrá que dar seguimiento a las indagatorias de más de 2 mil casos de personas desaparecidas.
Según Plascencia, en ellos existe evidencia de responsabilidad de agentes del Estado.
Además, el nuevo titular de la CNDH deberá informar al Comité de Desaparición Forzada de Naciones Unidas sobre la situación que prevalece en México, pues omitió hacerlo en 2014, y el Estado mexicano será evaluado en febrero de 2015 en Ginebra, Suiza.
Entre los pendientes está el seguimiento a la recomendación por la ejecución de 22 personas a manos de militares en Tlatlaya, Estado de México, aceptada por la Secretaría de la Defensa Nacional y el Gobierno de la entidad.
En esa recomendación se pide la liberación de las dos testigos de la masacre.
Asimismo, el ex abogado de la Universidad Nacional Autónoma de México deberá continuar las indagatorias de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010.
Aunque la CNDH ya emitió una recomendación por este caso, familiares de las víctimas y sus representantes quedaron inconformes e interpusieron un amparo, por lo que la CNDH decidió turnar la investigación de la quinta a la sexta visitaduría.
Desde entonces, la CNDH ha recopilado testimonios de los familiares de los migrantes asesinados en Estados Unidos y Centroamérica, mismos que no recabó para la recomendación.
Se espera que la CNDH asuma un rol más activo en la defensa de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, particularmente en el proceso de implementación de la reforma energética.
Además, tendrá que renovar la deteriorada relación con las organizaciones de la sociedad civil, distantes de Plascencia y críticos de su labor, por ejemplo, por no interceder en las entidades federativas que han aprobado leyes contra la protesta social y por sus resoluciones en casos de derechos sexuales y reproductivos.
Otro de los pendientes en la Comisión es la queja interpuesta por el académico Enrique Carpizo Aguilar contra González Pérez por un presunto plagio de tesis doctoral, tema del que Plascencia informó públicamente.
