Sin el menor escrúpulo, Peña Nieto se está despachando a lo grande en materia de obra pública para beneficiar a sus amigos. Es el caso de las empresas del llamado Grupo Atlacomulco, para las cuales el oriundo del Estado de México reservó el contrato, supuestamente licitado, relativo a la construcción del tren interurbano México-Toluca. Qué más da si a los empresarios y políticos mexiquenses se les cayó el proyecto del tren rápido México-Querétaro, si aquel otro les reportará 38 mil millones de pesos.
Rodrigo Vera
Proceso
TOLUCA, EDOMEX. (Proceso).- Las empresas OHL y La Peninsular, ligadas al llamado Grupo Atlacomulco y muy cercanas al presidente Enrique Peña Nieto, ganaron la licitación y ya empiezan a construir la obra del tren interurbano que conectará la Ciudad de México con Toluca, cuyo costo se estima en 38 mil millones de pesos y proyecta terminarse para 2017.
Al igual que el proyecto del tren México-Querétaro –licitación adjudicada a empresarios del círculo de Peña Nieto y que fue revocada por falta de transparencia–, el del México-Toluca comienza a ser impugnado por su opacidad, porque fue diseñado para beneficio de empresarios allegados a Los Pinos y por los estragos ecológicos que ya empieza a ocasionar.
Arturo Chavarría Sánchez, presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de México, comenta:
“Era de esperarse que la obra del tren México-Toluca la ganaran empresas ligadas desde hace años a Peña Nieto. En este caso se la dieron a La Peninsular, propiedad de la familia Hank Rhon, integrante del Grupo Atlacomulco; y a la española OHL, en la que tienen inversiones algunos empresarios mexiquenses pertenecientes al mismo grupo político empresarial. También participará ICA.”
–¿Fue entonces un fallo acordado de antemano?
–¡Claro! Los dados ya estaban cargados desde principios de 2013, cuando empezó a concebirse la obra. Aunque para darle visos de legalidad, a principios de este año se lanzó la convocatoria y luego fueron declaradas ganadoras estas empresas, que en el Estado de México han tenido el monopolio de la construcción desde que Peña Nieto era el gobernador y Gerardo Ruiz Esparza su secretario de Comunicaciones…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1985 de la revista Proceso, actualmente en circulación.