Andrea Becerril, Alma Muñoz y Roberto Garduño
La Jornada
Senadores de PRD y PT denunciaron que el gobierno federal está detrás de los provocadores que han protagonizado hechos violentos durante las manifestaciones en las que se exige la aparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, como parte de una estrategia para justificar la represión y amedrentar a los mexicanos, a fin de que no participen en las protestas sociales.
El coordinador del PT en el Senado, Manuel Bartlett, señaló que el presidente Enrique Peña Nieto adopta una actitud “fascista” y amenaza con el uso de la fuerza pública, pese a que miles de ciudadanos marcharon de forma pacífica.
Los perredistas Dolores Padierna y Alejandro Encinas resaltaron que, “de manera muy peligrosa”, el Ejecutivo federal regresa al ambiente que se vivió en octubre de 1968, con halcones sembrados en las protestas, que día a día crecen por los hechos de Iguala y las evidencia de corrupción e incapacidad del régimen para resolver los problemas.
Expresaron preocupación por la amenaza del Ejecutivo federal de emplear la fuerza pública en lugar de resolver las demandas de los familiares de los normalistas desaparecidos.
Por separado, el presidente nacional de Morena, Martí Batres, acusó al gobierno de Peña Nieto de pretender suprimir la voz de “millones de personas” utilizando la provocación. Se vive, afirmó, una especie de diazordacismo, “se edita lo de los halcones, pero ya no son guantes blancos, sino capuchas”.
La provocación, dijo, es el sello del actual sexenio. Sólo que ahora “es más grave, porque entre más fuerte la movilización, más provocadores mandan… No hay tales anarquistas, sino que son enviados del gobierno”, y convocó a las autoridades capitalinas a desmarcarse de la “línea represiva” del Ejecutivo federal.
Igualmente, el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya, consideró graves “las señales de intolerancia y autoritarismo, que podrían devenir en represión”. Insistió en que la adverrtencia de Peña Nieto de que usará la fuerza pública contra quienes considera que se oponen a su proyecto de nación, no va a resolver los problemas de su administración, pues han comenzado a aparecer signos de ingobernabilidad.
Por su parte, el coordinador de Movimiento Ciudadano en San Lázaro, Ricardo Monreal, recalcó que el gobierno no está en condiciones de continuar ignorando las expresiones de reclamo social que crecen, que todos los días se incrementan. Ahora es el momento de señalar las desviaciones del poder público.
El senador perredista Alejandro Encinas insistió en que los provocadores que se han infiltrado en las marchas están plenamente identificados por los sistemas de inteligencia y los cuerpos policiacos, pero estos les permiten actuar. Recordó que en las protestas del primero de diciembre de 2012, un grupo de encapuchados cruzó por el Eje Uno Norte e incluso tuvieron roces con los habitantes de Tepito, pero lograron llegar a las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, que estaba bajo un fuerte dispositivo de seguridad de varios kilómetros.
“Se les permitió llegar para que se enfrentaran a los manifestantes y lo mismo ha ocurrido ahora con las movilizaciones por los hechos de Iguala. No se ha detenido a los provocadores, que van con máscaras o encapuchados, pero si a estudiantes que de forma pacífica protestan”, resaltó.
Mientras, Carlos Navarrete, presidente nacional del PRD, escribió en redes sociales: “las ejemplares manifestaciones del día de ayer (jueves) en México y el mundo demuestran que la paz es el camino hacia el cambio que todos queremos”.