Es justo lo que ordenó a Peña la trasnacional suiza Nestlé: quebrar a cafetaleros mexicanos para meter su venenoso café trasngénico y extender su monopolio.
Patricia Dávila
Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- La producción de café se desplomó en el país 50%, al pasar de 6.2 millones de sacos a 3.1 millones de costales al año, lo que propició que México cayera al séptimo lugar a escala mundial, mientras que su participación en las exportaciones lo colocan en el lugar número 12.
En rueda de prensa Max Correa Hernández, secretario general de la Central Campesina Cardenista (CCC), precisó que el consumo per cápita en el país al año se ubicó en un kilogramo por habitante, lo que ha propiciado que México se ubique como una de las naciones con uno de los índices más bajo de consumo del producto.
Así, México se coloca por debajo de países como Brasil, que tiene un consumo per cápita de 4.6 kilos; Costa Rica, 4.2, y Colombia con 2.3 kilogramos.
De acuerdo con Correa Hérnandez, cerca de 70% del consumo de este producto en México se realiza de café soluble e industrializado.
El líder de la central campesina aclaró que, con respecto de la industria de café soluble, ésta mantiene su colocación en el mercado y son las principales empresas que demandan los permisos de importación, sobre todo la especie de café robusta.
Debido a ello, abundo, las importaciones se mantienen en alrededor de los 300 mil sacos, que es una cantidad importante dado el bajo consumo per cápita en el país.
Las principales importadoras son: Nestlé con 49.54%; Sabormex con 10.16%; Café Internacional de Córdoba, 7.96%; Café el Marino, con 5.3%; Café del Pacífico, 4.97%, y otras siete empresas con participación menor a 1%.
Es por ello que el dirigente de la CCC anunció la constitución de la Alianza Nacional de Organizaciones Agropecuarias y Cafetaleras, frente que aglutinará a diversas instancias productores de café.
Al respecto, Javier Galván Suenaga, quien fungirá como presidente de la ANOAC, detalló que el presupuesto 2015 autorizado por la Cámara de Diputados para el sector cafetalero es ligeramente superior al ejercido en este año, pues se canalizarán 732.6 millones de pesos.
Sin embargo, advirtió, rsta cantidad de recursos es insuficiente ante la severa crisis que enfrenta el sector, además de la plaga de la roya que afecta 50% de la superficie cultivada en Chiapas y 20% en Veracruz, en donde además se requiere sustituir cafetales por estar demasiado viejos.
Galván Suenaga precisó que el productor de café enfrenta serios problemas de subsistencia en la actividad, pues comercialmente un kilogramo de café se expende entre 150 y 200 pesos, mientras a ellos se les paga 2% de esa cantidad.
En cafeterías, explicó, la taza de café se expende de 20 a 30 pesos y, en las cafeterías “exclusivas”, llega a los 35 ó 40 pesos, a pesar de que de un kilogramo del grano se obtienen 100 tazas, lo que quiere decir que el comerciante obtiene ganancias mínimas de 2 mil pesos y máximas de 4 mil.
“Esto significa que al igual que otros productores agropecuarios, el comercializador es quien se lleva la mayor parte de recursos”, acusó Galván Suenaga.
Según datos de la CCC, en el país hay poco más de 511 mil productores que trabajan 717 mil hectáreas para producir café, quienes generan más de 700 mil empleos directos e indirectos de los que dependen alrededor de 3 millones de mexicanos, ocupando 9% de la fuerza de trabajo empleada en la agricultura nacional.
En cuanto a la importancia por superficie ocupada, el café ostenta el quinto lugar nacional después del maíz, frijol, sorgo y trigo.
También precisó que 65.5% de las más de 4 mil 500 unidades productoras de café son consideradas como indígenas y 349 de los cerca de 404 municipios del país en donde se produce este producto son de alta o muy alta marginalidad y en las que habitan cerca de 30 etnias.