Presenta en la capital jalisciense el libro más reciente de Sara Sefchovich.
Ericka Montaño Garfias
La Jornada
Guadalajara, Jal., 2 de diciembre. En el país, múltiples fosas clandestinas sustituyen a las barracas de los campos de concentración nazis, y los basureros a los hornos crematorios. Palabras de la periodista y escritora Elena Poniatowska, premio Cervantes, durante la presentación del nuevo libro de la investigadora Sara Sefchovich, titulado ¡Atrévete!: propuesta hereje contra la violencia en México.
El acto se realizó el lunes a las seis de la tarde, mientras afuera del lugar donde se desarrolla la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara se iniciaba una marcha para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, desaparecidos hace dos meses en Iguala, Guerrero.
“Vivimos en un Estado fallido y todos los días amanecemos con una nueva vergüenza. Imposible no avergonzarnos de Ayotzinapa después de saber que los quemaron en un basurero que recuerda la solución final de los nazis. Así como se hizo una lista de crímenes de lesa humanidad también podría hacerse otra mexicana”, dijo la colaboradora de La Jornada ante un auditorio abarrotado.
“A Sara le angustia la indiferencia de ciudadanos anestesiados y nos pide asumirnos como sujetos activos para hacer algo desde nuestro lugar, y su libro es un grito desesperado y un llamado; nos conmina a cambiar la situación de violencia en que vivimos”, añadió Elena Poniatowska, quien preguntó: “¿qué hace falta para que actuemos y reaccionemos ante una situación donde ya no reaccionamos al ver la imagen de un descabezado en el periódico?
“¿Estaremos los mexicanos tan acostumbrados que ya las cifras estratosféricas (de las víctimas de la violencia) no nos conmueven?”
Por salvar a los olvidados
El libro ¡Atrévete!… fue escrito antes del drama de Ayotzinapa, explicó Elena Poniatowska, autora de La noche de Tlatelolco y Tinísima, “y tiene su origen en el libro Un país de mentiras. Sara Sefchovich hace aquí una propuesta atrevida y valiente para intentar salvar a los olvidados de siempre: que sean las madres quienes sensibilicen a sus hijos y les recuerden los valores básicos”.
Este planteamiento “surge, y desde ahí se pide apelar a estos sentimientos para motivar cambios en quienes se están dejando llevar por la avalancha de corrupción que carcome a las instituciones. Las madres nos demuestran que los cambios no se logran desde arriba, sino desde la base de la sociedad, desde la relación madres-hijos, porque son las madres las que tienen a su cargo la formación de sus hijos”.
En este libro, Sara Sefchovich revisa la situación de violencia que se vive en el país, explica por qué las acciones del gobierno han fracasado, qué es lo que proponen los expertos para resolver el asunto, y hace un diagnóstico de dónde puede estar el origen de este problema; “particularmente en dos lugares: el no cumplimiento del Estado de los compromisos que tiene con los mexicanos, y que el Estado no le ha dado a los ciudadanos un lugar de dignidad y donde sus necesidades cuenten”, explicó Sara Sefchovich.
La propuesta, añadió, “es hereje porque es diferente a lo que se propone en general: coloca a la familia, que es la base esencial de la sociedad de resolver estos problemas (…) y a la madre como punto angular”, esto es, que las madres de los delincuentes, no sólo de las víctimas, se involucren, porque a sus hijos “también los pueden matar”.
Y advirtió: “No podemos seguir esperando todo ni del Estado ni del gobierno, sino que tenemos que hacerlo todos desde abajo”.