- Considera que ese fue uno de los detonantes de la excesiva violencia en Iguala
- José Luis Abarca creó grupo parapoliciaco con unos 100 elementos a su servicio: SNSP
- El municipio recibió este año 10 millones de pesos en subsidios para equipar a sus agentes
Fabiola Martínez
La Jornada
José Luis Abarca Villanueva, ex alcalde de Iguala, Guerrero, formó un grupo parapolicial a su servicio, integrado por unos cien elementos armados. El gobierno federal pondera este elemento como uno de los detonantes del nivel de corrupción y violencia en la región.
Los seudopolicías no estaban registrados en el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y, por tanto, tampoco habían sido sometidos a exámenes de control de confianza, como obliga la ley a todas las corporaciones estatales y municipales.
Abarca “tenía una serie de elementos en paralelo, armados, y esos no estaban dados de alta en el registro nacional. Creo que ahí es de donde vino todo el problema”, dijo a La Jornada Jorge Carlos Hurtado, secretario ejecutivo del SNSP, de la Secretaría de Gobernación.
De manera indirecta, vía subsidios, el gobierno federal contribuyó para los fines de alcalde, acusado por la Procuraduría General de la República de ser autor intelectual, junto con su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, de la embestida policiaca contra normalistas de Ayotzinapa, el pasado 26 y el 27 de septiembre.
Hasta ahora, 43 estudiantes siguen en calidad de desaparecidos, y seis personas fueron asesinadas en ese ataque. Al menos 22 policías de Iguala están en la cárcel, acusados de participar en los hechos.
En 2014 Iguala recibió del SNSP 10 millones de pesos para su policía, dentro del Subsidio para la Seguridad en los Municipios (Subsemun), entregado para equipamiento de los cuerpos de seguridad pública.
El objetivo del Subsemun es fortalecer las funciones de las alcaldías para proteger a la población.
Iguala recibió la misma cantidad de apoyo federal que Taxco, Tlapa, Zihuatanejo y Chilapa y un poco menos que la capital, Chilpancingo.
A escala estatal, Guerrero obtuvo este año, vía Subsemun, 114 millones de pesos, para siete municipios. Casi la mitad de estos recursos (52.5 millones) fueron canalizados a Acapulco.
El responsable del SNSP ratificó que en Iguala operaban policías reprobados, así como su cuerpo armado alterno.
Abarca “tenía, aparte de la gente que sí estaba en el Registro Nacional Policial, con exámenes de confianza aprobados, otro personal aparte que lo había separado de la corporación. No tengo la cifra exacta, pero eran entre 90 y 100 elementos”, señaló en entrevista.
Ante el caso Iguala, ubicado por las propias autoridades federales como una muestra de la debilidad institucional, el presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso un primer paquete de iniciativas de reforma constitucional, para eliminar paulatinamente las policías municipales y concentrar el mando en las autoridades estatales.
Pese a experiencias como las de Iguala, el Subsemun continuará. En la primera etapa del pretendido cambio se consideró a cuatro estados, cuyos subsidios seguirán siendo canalizados a los ayuntamientos.
“No estamos previendo ningún cambio, sino que los recursos que se autoricen en el Subsemun pueden ser utilizados por los municipios de los cuatro estados.”
Precisó, sin embargo, que una vez aprobadas las reformas constitucionales se elaboraría un plan estratégico de transición, en el cual se analizarían los cambios en coordinación con los gobiernos estatales y municipales involucrados, a fin de aplicar una reprogramación de recursos, lo cual “es perfectamente aceptable, de acuerdo con las reglas”.
Guerrero tiene el nivel más alto en cuanto a homicidio doloso, pese a una reciente disminución en ese indicador delictivo. De enero a octubre de 2013 se cometieron mil 728 asesinatos y, en el mismo periodo de este año, mil 268, según información estatal compilada por el SNSP.