Claro, el chiste no es que funcionen. El chiste es que sus jefes empresarios sigan enriqueciéndose a cambio de una tajada. Por lo demás, ¿a quién le importa si el «metrobus» no sirve o si el gasoducto contamina?
Gabriela Hernández
Proceso
PUEBLA, Pue. (apro).- Apenas a un año y medio de haber empezado a funcionar el servicio de Metrobús en Puebla, el Congreso del Estado aprobó hoy una reforma fast track a la Ley de Transporte para permitir revocar la concesión a la empresa ATT Maximus.
La iniciativa fue aprobada con el voto en contra de la fracción priista que, en voz del diputado Pablo Fernández del Campo, alegó que la iniciativa no aclara el costo que tendrá para el gobierno el rescate del servicio del Metrobús:
“Espero que el Metrobús no se convierta en un Fobaproa”, expresó.
El también priista Víctor Giorgana dijo que la revocación de la concesión de la operación del Metrobús es reflejo del fracaso en que se convirtió el servicio desde que empezó a operar en enero de 2013 y que ha afectado principalmente a los usuarios.
La iniciativa para modificar la Ley de Transporte fue presentada ayer, y este martes 10 el Congreso local hizo un receso para que las comisiones de Hacienda y Transporte analizaran y dictaminaran la propuesta, para de inmediato someterla a votación en el pleno.
La reforma otorga facultades al organismo descentralizado Carreteras de Cuota para “rescatar, revocar, cancelar, suspender, modificar y dar por terminadas las concesiones para la administración y explotación de la infraestructura del Sistema de Transporte Público Masivo y sus Servicios Auxiliares”.
Desde que empezó a operar, el sistema de transporte articulado, que tuvo un costo de mil 300 millones de pesos, ha generado protestas entre los usuarios, trabajadores y empresas concesionarias.
Incluso, en 11 ocasiones se han registrado paros de operadores por la falta de pago de sus salarios; los concesionarios acusaron al organismo operador de un desvío por 300 millones; las tarjetas de prepago dejaron de operar, y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró irregularidades en el proceso de su construcción.
Aunque en su inauguración el gobierno estatal aseguró que el tiempo de recorrido de San Andrés Cholula hasta Chachapa, en Amozoc, se reduciría a sólo 55 minutos, el servicio de transporte nunca cubrió esa expectativa.
El presidente del Sistema Articulado de Puebla (SAPI), Ángel Aceves, reveló a principios de este mes que la empresa operadora tenía un pasivo de 11 millones de pesos, que 35 de los 96 camiones estaban descompuestos y que el sistema de las tarjetas de prepago era inoperante.
Unos días antes, los socios concesionarios acusaron a Aceves de haber desviado 300 millones y exigieron que se retirara la concesión a la empresa ATT Maximus, la cual estaba incumpliendo el pago a los operadores de unidades y a los socios.
Desde antes de que entrara en operación, especialistas en urbanística habían advertido que el proyecto de Metrobús carecía de una planeación y que difícilmente cumpliría con las expectativas de los usuarios.
Cuando apenas tenía cinco meses de haber entrado en operación, la empresa ATT Maximus denunció que la demanda del servicio estaba en 100 mil usuarios por debajo de lo estimado para la rentabilidad del proyecto.