Por Magarely Hernández
(Periódico Central)
Ciudad de México, 2 de abril (SinEmbargo/PeriódicoCentral).– La historia de la matanza en Yehualtepec, que ha cobrado seis vidas, comenzó con un romance entre Sergio Rodríguez Suárez, de 36 años y Laura (nombre ficticio) de tan solo 16, a quien decidió robarse de su casa. El padre de la menor, Demetrio Lara Núñez fue a reclamar a su niña y cuando tocó la puerta lo mataron a balazos. Tres hombres que lo acompañaban entraron a la casa y en venganza aniquilaron a los cuatro hermanos y a Sergio.
Los cinco hermanos Rodríguez Suárez: Pascual, Miguel, Ángel, Lorenzo y Sergio, fueron asesinados a sangre fría por tres sujetos solo identificados por sus apodos: “El Huasca”, “El Coque” y “El Perro”. Todos los involucrados en el robo de hidrocarburo a ductos de Petróleos Mexicanos. Era huachicoleros.
Según contaron los pobladores, Sergio Rodríguez estaba enamorado de Laura y quería que se casara con él, pero el papá de la niña no estaba de acuerdo porque apenas tenía 16 años. Ante la negativa del padre, Sergio decidió robársela.
Enseguida Demetrio fue a casa de Sergio para reclamarle, pero fue asesinado de inmediato, su cuerpo quedó tendido afuera de su casa.
Entonces los tres hombres, al parecer sus trabajadores, llegaron y masacraron a los cinco hermanos Rodríguez Suárez como venganza por haber matado a su jefe. Entre ellos fue asesinado Ángel, un niño de apenas 13 años de edad.
La Fiscalía General del Estado confirmó la masacre y dijo que ya se llevan a cabo las indagatorias para esclarecer los homicidios, y solo informaron que se trató de un pleito derivado de “conflictos personales”.
En junio de 2016, se registró un hecho similar en la comunidad del Mirador, en el municipio de Coxcatlán. Un hombre embarazó a una joven, Silvia, producto de una violación. Sin embargo, a pesar de que no se hizo cargo, le prohibió tener pareja.
Nueve años después, se enteró de que Silvia salía con alguien más, entonces mató a ella y a toda su familia. El saldo fue de 5 mujeres, 4 hombres, dos niñas y el bebé que estaba en gestación muertos. Adán, el autor del crimen, sigue libre.