México, 5 de junio 2017 (NOTOGODÍNEZ).- Por enésima vez, ahí tienen a los principales interesados en que sigan los fraudes, imposiciones y usurpaciones del poder «político» en este país.
Asistimos a un nuevo ciclo de repetición demencial de la historia con la farsa grotesca de «democracia a la mexicana»: se asesta el golpe seco del fraude desde el conteo amañado de votos. Sigue la ofensiva mediática para someter a la población, el suplicio de las «impugnaciones», la simulación de los «órganos calificadores», la convalidación del fraude por parte de los «tribunales» y, finalmente, la resignación cristiana del pueblo con los «ánimos de esperanza en la próxima elección» por parte de sus líderes, quienes parecen actuar en franca complicidad con los perpetradores del fraude.
En ese contexto, la oligarquía ya salió de su covacha imperial a exigir que los inconformes se callen la boquita y acepten el fraude «por el bien de México».
Como siempre, los empresarios no tienen la mínima decencia -aunque sea simulada- de exigir que aclaren las anomalías y se sancione a los responsables de delitos electorales. En su pantomima grotesca de institucionalidad y legalidad, son cínicos al apresurarse en recetar ajo y agua -a joderse y a aguantarse- para el pueblo defraudado por sus títeres de la política.
Así, de acuerdo con el diario Reforma, el sector patronal hizo un llamado a «respetar los resultados de las elecciones que se realizaron ayer en el Estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz».
“Coparmex convoca a los candidatos que participaron y a los partidos políticos a respetar la voluntad de los electores. Un signo de madurez de nuestra democracia debe ser el fortalecimiento de las instituciones, de manera que la sociedad reconozca, acate y respete los resultados de las votaciones y las decisiones de las autoridades electorales”, dijo Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), citado por Reforma.
Nótese como, sin excepción, la primera declaración de la oligarquía ante un fraude electoral es casi siempre la misma: respeto a los resultados «por el bien de México y de las instituciones». ¡El mismo discurso hipócrita, rancio y choteado de cada «elección»! ¿Y la compra de votos, el acarreo, los carruseles, las inconsistencias del PREP etc.? Eso no existe para ellos. Si de irregularidades se trata, los empresarios nunca ven nada.
“Esperamos que actúen con transparencia, con responsabilidad y con estricto apego a la legalidad. Los convocamos a seguir avanzando juntos en la construcción de acuerdos para el bien de México”, subrayó el sujeto, descarando su complicidad en el fraude perpetrado ayer.
Contra estos mamarrachos que tienen a México sumido en la miseria, la única respuesta racional es el BOICOT.
Con información de Reforma