México, 30 de mayo 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Ni el narco puede expulsar del país a estas empresas igualmente criminales, contaminantes, saqueadoras, asesinas… ¿por qué? Porque ahí están sus lacayos en el «gobierno» siempre dispuestos a derrochar recursos públicos para asegurarse de que siga el saqueo de la riqueza nacional.
De acuerdo con el diario Reforma, la minera canadiense Pan American Silver, que saquea oro y plata de la mina Dolores en Madera, Chihuahua, continuará sus operaciones con todo el apoyo solícito del régimen usurpador del priista Enrique Peña Nieto, así como del «gobierno» panista de Javier Corral Jurado.
El fin de semana pasado, la compañía extranjera había anunciado que cerraba de manera temporal sus operaciones en la mina Dolores por la violencia registrada en la zona noroeste, «como medida de prevención para sus trabajadores».
Pues no. El «show» debe continuar. Así que el «gobierno» de Corral informó que sus patrones canadienses podrán seguir saqueando todo el oro y plata que quieran de nuestras minas, protegidos, además, por policías pagados por los mexicanos. ¡Negocio redondo!
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que los patrones de Peña y Corral -«representantes de la compañía»- se reunieron con «autoridades» de los diferentes niveles de «gobierno», con quienes acordaron mantener un despliegue policiaco permanente en la región.
En la reunión estuvieron presentes ni más ni menos que el propio «gobernador» Javier Corral, el Fiscal General César Peniche; el comisionado estatal de Seguridad, Óscar Alberto Aparicio; la secretaria de Innovación y Desarrollo Económico, Alejandra de la Vega Arizpe; el delegado de la Secretaría de Economía, David Dajlala Ricarte; así como representantes de la Policía Federal, la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Dirección Federal de Minas. ¡Todo un séquito de funcionarios públicos mexicanos al servicio de la minera canadiense!
Detalla Reforma, citando la información de la Fiscalía, que los extranjeros denunciaron que sus trabajadores estaban siendo hostigados e intimidados en «narcorretenes» instalados en inmediaciones de la mina, aunque no se registraron actos de violencia o agresiones contra ellos.
En tal sentido, los lacayos de la minera en el «gobierno» se pusieron a las órdenes de los canadienses para brindarles toda la seguridad y «seguir con los patrullajes, recorridos, visitas y entrevistas, con el objetivo de brindar seguridad y certeza a las personas que ahí laboran». Todo esto era su obligación llevarlo a cabo desde un principio, pero tuvieron que venir los patrones canadienses a tronar los dedos para que las «autoridades» hicieran su trabajo.
¿Y quién pagará estos grandes operativos? Mírate al espejo y sigue «trabajando por México» para que la minera canadiense pueda seguir saqueando y contaminando a gusto, sin que el narco la moleste.
Con información de Reforma