AP
Las autoridades chinas han prohibido a los periodistas del país que compartan información obtenida en su trabajo con medios extranjeros o la publiquen en cualquier fuente al margen del medio en el que trabajan, en una decisión que según los críticos asfixiará aún más la libertad de prensa.
Las normas, detalladas en un documento del 30 de junio pero difundidas esta semana, llegan después de que se acusara a varios periodistas chinos de utilizar sus posiciones para el chantaje.
Pero también afectarán a los reporteros que, frustrados con los estrictos controles sobre lo que pueden publicar en sus empresas, a veces publican información que han conseguido a medios fuera de la China continental o en medios sociales, como sus blogs personales.
En una nota aclaratoria, la administración estatal de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión dijo que esos actos han «alterado el orden normal de noticias» y perjudicado los intereses del gobernante partido Comunista, así como el interés nacional chino.
Invocando leyes sobre el secreto nacional, derechos de propiedad intelectual y contratos laborales, el organismo dijo que los periodistas chinos acreditados para trabajar para medios estatales no podrán proporcionar información a medios extranjeros como colaboradores especiales ni publicar información en soportes como blogs, microblogs, foros o seminarios.
Chen Min, ex periodista chino, dijo que las nuevas normas «sin duda» limitarán la libertad de información en China, donde el gobierno lleva tiempo controlando con mano firme los medios pero los periodistas han buscado formas de evitar las barreras.