Arturo Sierra
Reforma
Cd. de México (27 julio 2014).- Los penales capitalinos enfrentan una sobrepoblación del 80 por ciento.
Cifras de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario indican que, hasta junio pasado, había 40 mil 414 internos en 10 penales que, en su conjunto, cuentan con una capacidad para sólo 22 mil 411.
Para muestra, el Reclusorio Norte, que tiene espacio para 5 mil 631 reos y, aun así, ahí se encuentran 11 mil 902. En el Sur, de los 3 mil 500 que debería haber como máximo, se encuentran 7 mil 471.
La Penitenciaría de Santa Martha, con cupo para mil 851 internos, tiene a 2 mil 895. En el Reclusorio Oriente hay 12 mil 935 aunque su capacidad sea de 5 mil 376.
De acuerdo con ex reos de este último penal, la situación de hacinamiento es tal que en las celdas llegan a convivir de 10 a 30 personas acomodadas en el piso, sentadas en el excusado o amarradas a los barrotes.
Para certificar un penal, la Asociación de Correccionales de América, cuyo aval es reconocido a nivel internacional, es indispensable que no exista sobrepoblación.
Sumado a esto, esos 40 mil reos son vigilados por 3 mil 300 custodios, lo que significa que, sin contar descansos, vacaciones e incapacidades, cada celador debe vigilar, en promedio, a 12 presos.
La Organización de las Naciones Unidas recomienda que, por cada 10 presos, exista por lo menos un custodio.
Celadores, a condición de anonimato, indicaron que garantizar la seguridad se complica por la poca cantidad de guardias.
Como ejemplo, señalaron que ha habido días en que no hay más de 100 custodios en el Reclusorio Norte, para vigilar a una población de más de 11 mil 900 reos.
«Mejor ni pensar qué pasaría si hay un brote de violencia en la población, porque no se puede contener sólo con el personal de turno», dijo Juan, custodio del Reclusorio Norte.
Algunos celadores aceptaron que los malos salarios, de alrededor de 8 mil pesos mensuales, provocan que algunos acepten dádivas de los visitantes.
«Con el sueldo que tenemos no te alcanza ni para vivir al día, algunos compañeros tienen dos trabajos para poder cubrir los gastos de la casa, no dudo que por esa situación sí exista quienes estiren la mano y acepten lo que les den los visitantes», expuso Alberto, celador del Reclusorio Norte.
Sobre esta problemática, el subsecretario del Sistema Penitenciario del DF, Hazael Ruiz, dijo que se requieren soluciones multifactoriales.
«Con la entrada del nuevo sistema acusatorio, puede ser una buena posibilidad de reducir la sobrepoblación. En unos dos o tres años, podríamos comenzar a ver resultados», aseguró.