HÉCTOR BRISEÑO
La Jornada
Prestadores de servicios, restauranteros y visitantes de la playa El Revolcadero, en la zona Diamante, señalaron que los pilotes que forman parte de la estructura incompleta del muelle construida por la empresa Jar State, en el lugar conocido por lugareños como Punto Muerto, se ha convertido en un atractivo turístico que ha derivado en un incremento en las ventas.
Entre bromas, surfistas locales manifestaron que “no queremos que lo quiten, pero tampoco que lo acaben”.
Locatarios expresaron que de un momento a otro, la afluencia de bañistas se incrementó, gracias a los pilotes del muelle inconcluso, pues al sitio acuden grupos musicales a grabar presentaciones, novios que están a punto de casarse, y jóvenes de escuelas a tomarse fotografías.
El prestador de servicios y representante de comerciantes, Gerardo Díaz Valente, atribuyó la revocación de la concesión a los constructores del muelle, a conflictos entre políticos y empresarios, más que un interés genuino de defender el medio ambiente.
Díaz Valente manifestó que “en la polémica del muelle se están manejando asuntos políticos; pero el muelle se volvió atractivo turístico, diario se vienen a tomar fotos”.
Sin embargo, señaló que “otra gente lo ve mal y quieren perjudicar a los inversionistas, y entonces les echan a las autoridades”.
El representante de locatarios criticó que en la defensa del ambiente que han hecho autoridades hay una doble moral, al expresar que “publican el impacto ambiental pero no se habla de las aguas residuales de los condominios residenciales, que echan más agua al mar ahora en verano, son el Marena, el Solar y el Bamboo”, y relató que durante las tardes se incrementan las descargas.
Enfatizó que “al principio el turismo bajó, pero ya no nos interesa, con los pilotes se hacen olas más bonitas, llegan más viajeros y comemos todos los días con los vacacionistas. Hay dos caras, que sean los políticos los que se agarren del chongo”.
Los surfistas Víctor Manuel Pérez González y Cristopher Quevedo explicaron que la ola revienta mejor, pues se hacen dos quiebres a los costados del muelle, que se convirtió en arrecife, por lo que “muchos migraron de la playa Bonfil y Pie de la Cuesta”.
Los deportistas advirtieron que “en caso de quitar el muelle, lo tienen que cortar bien. Los pilotes son un peligro, no deben quedar restos, se está deshaciendo, los tubos son altos y calientes”.