Alberto Acosta
Reforma (Foto: Gabriel Jiménez)
Cd. de México (21 julio 2014).- Unas 200 viviendas se han asentado de manera irregular en las inmediaciones del Parque Nacional Desierto de los Leones, pese a ser una zona de reserva ecológica.
En cuatro parajes identificados como Atlantlapexco, Cotoñotle, Magueyitos y Meteocauto se han levantado no sólo precarias casas de lámina y cartón, sino otras bien cimentadas, así como cabañas de madera con chimenea.
La zona está clasificada como suelo de conservación especial y no forma parte de ningún plan parcial de desarrollo, de acuerdo con los programas General de Ordenamiento Ecológico y de Desarrollo Urbano de la Delegación Álvaro Obregón.
Por estar en medio del bosque, entre árboles de diversas especies, como oyamel, encino y ocote, carecen de drenaje y usan diablitos para abastecerse de energía eléctrica.
Y, además, el suministro de agua potable se hace mediante pipas que les proporciona la Delegación de manera gratuita, según reconoció el Jefe Delegacional, Leonel Luna.
Ocupantes entrevistados admiten que no tienen escrituras y que se hicieron del terreno por medio de un contrato de compraventa.
La Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial, a través de la respuesta a una solicitud de información pública, confirmó que la zona invadida está dentro de suelo de conservación especial, por lo que no debería haber construcciones.
…Y hasta tienen TV de paga
Las viviendas asentadas en una zona de reserva ecológica aledaña al Desierto de Los Leones carecen de agua, luz y drenaje, pero cuentan con teléfono, internet y televisión de paga.
Incluso las casas más precarias, levantadas con láminas de cartón y de oxidado fierro galvanizado, cuentan con ese tipo de servicios en los parajes invadidos de este Parque Nacional.
Las antenas para captar la señal de televisión de paga están instaladas incluso en los troncos de los árboles que rodean las construcciones edificadas de manera irregular en dicha zona boscosa.
«Esos postes son de teléfono porque para la electricidad hay que colgarse de los postes de luz que hay allá arriba, del lado de la carretera.
«El problema es que seguido nos quitan los diablitos», comentó una joven que atiende una «tiendita» improvisada en una vivienda precaria, ubicada sobre Camino Panorámico.
Al final de dicho camino, hay un letrero de madera vieja con la leyenda «Bienvenido al Desierto de Los Leones. Límite».
Ése es uno de los pocos caminos que tienen nombre en esa zona que, de acuerdo con la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), es considerado Suelo de Conservación Especial en el Programa de Desarrollo Urbano de la Delegación Cuajimalpa.
«Las tierras están dentro del régimen de Pequeña Propiedad Rural, lo que significa que los propietarios no pueden construir en ellas. Por eso las venden, y quienes las compran son los que construyen vivienda, aunque no tengan la autorización correspondiente», explicó Óscar Zires, quien habita en esa zona.
Zires encabeza la asociación civil Xoxoctli Altepemaitl, que ha estudiado el crecimiento de asentamientos irregulares en esa zona durante los últimos 10 años.
A principios del 2000, Zires llegó a habitar una cabaña, de tres que fueron construidas a mediados de la década de 1980, ubicada sobre Prolongación Progreso, en los límites entre Álvaro Obregón y Cuajimalpa.
Para 2004, ya había siete cabañas más en el conjunto residencial donde él habita y en medio del bosque comenzaron a proliferar las construcciones tanto de viviendas precarias, como de edificaciones bien cimentadas.
Desde entonces empezó a documentar el hecho y a denunciarlo ante las autoridades delegacionales y del GDF, sin que a la fecha haya recibido respuesta a sus señalamientos.
REFORMA constató que dentro de la reserva ecológica hay unas 200 viviendas, desde chozas y casas en obra negra hasta cabañas con cimientos.